Mi abuelo, un coleccionista de artículos ocultistas e historias me dejó, de única herencia un baúl viejo. No, no tenía dinero, joyas o algo de mucho valor.
Una carta, un orbe como bola de cristal, de morado con destellos amarillos por dentro, y una túnica extraña. Parece de sectario y es negra, mangas y algunos detalles en amarillo con diseños intrincados.
La carta decía, si mal no recuerdo, "Eres igual a tu padre, tus gustos y rasgos me hacen pensar que esto sería lo perfecto para ti. Si lees esto es porque no pude entregarte mis regalos en persona. Esperaba que cumplieran 18, y si tienes menos de 17, no sigas leyendo.
Es tradición familiar el participar de este ritual, al menos una vez, y deberás pasarlo a tus hijos, si es que no eres puto. No se, no es por juzgar, pero siempre fuiste medio extraño. Igual te amo. Ve a esta dirección en la noche, con los regalos". Algo parecido decía, insulto a parte.
La dirección me llevó a este lugar, donde puedo ver a mucha gente entrar con la túnica, desde afuera parece una discoteca, pero está claro, por los gustos de mi abuelo, que esto se relaciona al ocultismo.
—¿Le molesta si me cambio de ropa aquí?— pregunté al uber. Solo asiente con su cabeza, y veo como gira el espejo retrovisor. Pervertido, pero no me voy a cambiar en la calle.
La túnica no puede ser usada con pantalones o camiseta, por la extraña forma que tiene de adherirse al cuerpo. Una vez ya en mi nueva ropa toma la vieja y la llevo entre mis brazos.
Bajo del uber sin despedirme y me dirijo a la puerta.
—¿Identificación?
En la carta decía que el orbe es mi identificación, así que lo muestro. El guardia pone una sonrisa y me deja pasar.
Esto es imposible... Desde fuera esto debería ser poco más de 1 piso, pero desde adentro parecen mino 4, y es gigante. La vista se extiende por al menos 200 metros derecho. ¿A dónde me vine a meter!?
Alguien me pasa a empujar del hombro, lo que hace caer mis ropas. — Ay. Oh, disculpa! Pero... Porque trajiste eso?— pregunta el joven que se golpeó en mi hombro.
—No es mío, me quedé viéndolo y por eso nos chocamos! Jajaja...ja.
No logré convencerlo del todo, pero se rió un poco conmigo y seguimos caminando juntos, lejos de mi ropa. —¿También eres nuevo?— el chico rompe el silencio.
Cruzamos miradas sin querer, sus ojos azules eléctricos casi me dejan ciego entre tanta oscuridad. —Sí. Por primera vez, es algo de familia. Y tú?— mierda! Pero si dijo también, o sea que él es nuevo.
—Supongo que yo soy el que lo haría de familia, si es que lo logro. Mi padre me metió en esto, jeje.
Nos movemos entre la oscuridad absoluta y una mala iluminación, todas las demás personas, además de claramente más viejas, tienen túnicas diferentes y ya nos desearon buena primera vez un par de veces, así que es la túnica la que nos delata.
—Los nuevos por allá. No se porque tan lejos, solo lo hacen más complicado sin razón!— nos avisó un caballero de blanco bigote.
Caminamos hasta que vimos a un grupo aún más grande de gente con túnicas parecidas a las nuestras. Están en silencio, y cada paso más cerca confirma que es por nuestra llegada.
—Buenas noches. Me llamo Adrián y ella es Monica, somos parte del equipo de bienvenida. Nos acompañan?— Adrián es un chico medio raro, se viste raro, hablaba raro y hasta como camina es raro. No parece de por aquí, y me refiero a la tierra.
Caminamos entre la gente, harto saludos y esas cosas, hasta llegar al centro, habremos sido unos 40 o algo así. En el mero círculo, un joven, no le veo nada por la capucha de la túnica.
Se gira a nosotros y le veo brillar la sonrisa. —Perfecto! Ahora somos 40 justos, no sabes la ansiedad de que fuéramos 38 jajaja.— qué tipo más animado, me golpea el hombro mientras se ríe y no nos conocemos de nada.
—Me llamo Dartañan, no tengo diminutivos, pero me puedes decir jefe si quieres.
Le saludo de mano. —Lacasa, apellido, pero me gusta más que mi nombre.— respondí en la sacudida de manos.
El chico de ojos azules hizo lo mismo. —Levi Strauss. Encantado de formar parte de esto, jefe.
—Levi Strauss como los pantalones?— irrumpió Monica, totalmente incrédula. Levi asintió.
—¡Eso es muy chistoso! Pero no te molesta cierto? Lo que menos quisiera es incomodarte. Oye ahora que te veo bien, que simétrica es tu cara...— Monica comienza a hacer extraños símbolos como cuadrados con los dedos, como si fuera a sacarle una foto a Levi y lo está encuadrado antes.
—Shhh Ya va a comenzar.
Unas luces se prendieron, y nos encontramos a unos 10 metros de una tarima de madera, a diferencia del piso de concreto, donde un hombre, como de 34, sube al escenario entre aplausos y vítores. No lleva la túnica, si no un smoking.
—Bueeenas noches! Damas y caballeros por favor paren la plática un momento! Daremos la presentación y 10 minutos después vamos a asignarlos, no se desesperen jajaja! Biiienvenidos a Underworld Players United, el clan de jugadores en negro más grande del mundo! Hoy estaremos jugando el mítico Land Of Wonders!— emergen gritos y celebraciones de la multitud, yo no entiendo nada pero me emociona igual!
—Así es damas y caballeros de esta noche! Por el aniversario 20 del cierre de este maravilloso juego, se ha abierto por este día una nueva partida. Primero, un aplauso para nuestros nuuuuevos jugadores, señores por favor, que nivel!— siento como me miran específicamente a mi unos pares de ojos, mientras todos aplauden y nos alientan. Lindo de su parte.
—¡Explicación rápida! Usando métodos que no entiendo— la multitud ríe —vamos a pasarnos a otro plano de la existencia, uno modificado para ser similar a los videojuegos rpgmmo que tanto deben haber jugado señores jajaja! Su túnica se transformará en ropa adecuada a sus gustos, y su orbe les dará un Wonder, que puede ser desde un objeto a una habilidad pasiva o más! No, no se mueren en la vida real, solo se les corta el juego. Todo entendido!? Quiero oírlos!— nos vimos forzados a gritar de vuelta —¡Entendido!
—La duración promedio es de 1 año de juego, 20 minutos aquí señores! Los equipos formados vayan directo a su derecha, los sin equipo y los primerizos pasen a la izquierda primero! Jajaja!
Ese presentador me cae bien, pero sin túnica, no querrá jugar?... OH. DIOS. MIO
En que estoy pensando!? ¿Qué acaba de decir? No será un viaje alucinógeno o algo... Mi abuelo no me mandaría a esto, buf necesito tiempo para pensar. Dios mio gracias! Abuelo, ¡gracias igual! Aunque me dijeras puto.