El sonido de bombas resonaba en un pequeño poblado junto a los gritos de sus pobladores entre las llamas y el humo, había una persona que sostenía en su mano una espalda que debería proteger a los inocentes, pero que ahora es utilizada para masacrar a dichos, además de que su rol ha dejado de cumplir su principal objetivo y se ha convertido en un arma sangrienta.

De pronto un portal aparece y de allí salen un héroe reluciendo su arma, que ha tenido modificaciones tecnológicas, junto a una patrulla que empieza desplegarse para comenzar a luchar, además de algunos apoyos que empiezan a evacuar a los pobladores.

—Los héroes no debería levantar sus armas contra los inocentes, nuestro rol es protegerlos de sus calamidades y desgracias de este mundo.

 Resuena el grito de un extraño chico que tiene una cicatriz en su ojo, que emana sus intenciones asesinas. Su armadura no lucia como la que tenía su contrincante, se puede observar que es algún tipo de exoesqueleto que se mezcla perfectamente con una armadura oscura como la obsidiana, además de que la espada da la sensación de estar conteniendo varias cosas no pertenecientes a este mundo.

—El mundo no necesita a estos monstruos imperfectos, que lo han manchado. Al menos estos sucios pobladores de la aldea de los duendes son nada más que mierda que corroe este maravilloso mundo.

Contesta la chica que sostiene una espada que tiene una empuñadura de oro que tiene un fondo un color azul deteriorado. La chica sonríe mientras sus ojos azules emanan cierta burla que no expresa. El chico se coloca en posición de combate mientras ella comienza a blandir la espalda con mucha ligereza, se inclina un poco como si estuviera a punto de correr en una competencia.

—Escudo de Obsidiana—grita su habilidad mientras parecer un escudo en su brazo izquierdo,

—Por orden de los dioses protectores de esta tierra, concédenos el poder de dar ligereza y rapidez. Rapidez definitiva.

Se escuchan los magos recitar mientras la espada tecnológica irradia un brillo grisáceo como si estuviera tomando el humo de las casas incendiadas, y de fondo las llamas entintaban todo el lugar de un amarillo sangriento. Los cadáveres de los pobladores estaban en los alrededores e incluso mira uno que está en la ventana doblado como un trapo sucio.

—Hmp…Piensas que puedes ganar con eso contra alguien que ha sido la mejor espadachín del mundo —dice arrogantemente esta chica.

—Lo dice la basura de mi mundo que se cree el centro del mundo, menos mal que los demás héroes que han sido elegidos son mejores en mucho sentidos que tu ¡Perdedora!

—Lanza de longinus—una lanza entrelaza apareció de una tonalidad negra.

Tomo la lanza de longinus y dejo que su arma la absorbiera, haciendo que la espada emitiera un tenebroso poder que hizo que los magos retrocedieran al no soportar el hedor de miasma. Coloco su escudo adelante mientras con su otra mano posicionaba la espalda.

Cuando terminaron de decir lo que querían, la chica despareció de la nada y reapareció detrás. El chico solo hace una expresión aburrida, y un escudo de aire aparece repeliendo el ataque, mueve su mano para atrás haciendo que la espada expulse la lanza de longinus haciendo que la chica fue enviada a volar y su brazo quedara empalada por la lanza en un árbol.

Esta chica mancha su armadura de sangre, he intenta quitar la lanza con sus manos, pero es incapaz de hacerlo. Este chico comienza a caminar tranquilo y cuando está al frente de esta chica, fija sus ojos negros y se pone de rodillas.

—Veo que no eres la mejor del mundo, si te dejaste engañar por eso. Al menos podrías haber dado más lucha en vez hacerte la interesante—dice este chico mientras fija su mirada al hombro de esta chica.

Ella se empieza a reír mientras mira despectivamente a este chico, a la vez que intenta ocultar el dolor que siente. El sudor que recorre todo su rostro junto su expresión forzada no ayuda a ocultar el dolor que siente.

—Piensas que matarme aquí, me detendrá para no volver a ser invocada y vengarme. Solo tendré que soportar un poco de dolor antes de morir, si vas matarme hazlo de una vez y volveré para clavar tu cabeza en una estaca.

El chico solo movió la lanza mientras su mirada no emite emociones, y haciendo que ella grite de dolor. Nuevamente mira a la chica que está en el piso, su cabello rubio se encuentra lleno de hojas, que permite ver como tiembla de dolor. El rostro de esta chica es hermoso y combina bien con sus ojos azules.

— ¿Que te hace pensar que volverás heroína Lily White?

Esa pregunta hace que ella lo mire despectivamente, y mueve sus labios rosas mientras luce una sonrisa.

—Que idiota, no te lo acabo de decir.

—Sí, pero…—pausa un momento y se acerca al oído de Lily—, tu no volverás viva y tendrás que pagar tus pecados aquí.

Ella simplemente abre sus ojos mientras mira la lanza de longinus y después a este chico. Aun así no entiende a que se refiere este desconocido. El simplemente hace una expresión de aburrimiento, y comienza a explicar algo que es tan obvio para él.

—Alguna vez leíste Juan 19, y todo lo que paso con Jesús al ser crucificado en la pascua—menciona un tanto aburrido—, un soldado atravesó el costado de Jesús con su lanza y de esa herida salido sangre y agua.

—Por qué mencionas algo bíblico—dice Lily mirando molesta esto—, nada de lo que está escrito en la religión católica es verdad, simplemente son idioteces escritas por unos sectarios que esparcieron sus ideas en nuestro mundo.

—Incluso si la religión católica oculta sus verdades en sus falsedades y en sus propios escritos.

Lily no entiende nada de lo que está hablando él. El simplemente saca un crucifijo de su armadura de exoesqueleto para mostrar una cruz de plata que brilla misteriosamente.

—Lo que relata Juan 19, es verdad. Aunque los evangelios han sido quitados para que no se sepa la verdad en la biblia tradicional, pero esa parte se titulaba como hechos de Pilatos. Allí se menciona a longinus cuyo soldado que atravesó el costado de Jesús, aunque su lanza no despertó realmente, pero se transformó en un arma sagrada que emite un juicio.

—Eso que tiene que ver.

—Tiene mucho que ver, lo que tienes en tu brazo es la lanza del mismo longinus. No se ve como en esa época, sino en su forma despertada que empezara a dar veredictos dictados por dios y sus mandamientos.

—Ridículo.

De pronto la pantalla de Lily desapareció mientras el sigue mostrando su cruz a la vez que reza. Nuevamente mira a Lily para decir algunas palabras.

—Gracias a la bendita cruz donde fue crucificado Jesús, y descubierta por la emperatriz Elena en la Gólgota estoy protegido de los pecados. A cada uno le parece correcto su proceder, pero el Señor juzga los corazones.

Al terminar de decir eso, Lily fue desvinculada de la diosa usurpador Exaiber. Tomo la lanza de longinus haciendo que sangre y agua salieran de ella. Lily utilizo magia para sanar sus heridas, pero dichas no fueron cerradas. Al perder su ventana de estado, y sin poder regresar comprende lo que dice este extraño chico.

—Ayuda, me arrepiento de todo lo que he hecho. No lo volveré hacer, lo juro por Dios todo poderoso.

El simplemente mira de reojo antes de centrar su mirada en la masacre, y sigue caminado para marcharse. Lily se aferró a su pie haciendo que le sea difícil caminar, y de pronto se detiene.

—Ya se quieres mi cuerpo te lo daré con tal de salvarme. Sé que alguien como tú no podría estar con alguien como yo en su vida. Si me salvas podrás tomar mi virginidad—dice mientras comienza a desvestirse desesperadamente.

—Tu quien tomo la vida de las personas, incluso escuchando sus suplicas y faltando el respeto a este mundo al aliarte con una pagana. Pides salvación a un hijo de dios, cuando no mereces salvación ni redención. Ahora paga tus pecados en el octavo círculo de infierno, y arrepiéntete eternamente de lo que has cometido.

Movió su mano rápidamente haciendo que la vista de Lily se moviera en 180º, y su cuerpo se movió para ver si todo estaba bien. Al darse cuenta que su cabeza cayo, su cuerpo comenzó a temblar con sus ropas desarregladas y fue teñido de sangre. Poco después cayó al suelo y su cuerpo comenzó a convulsionarse mientras su cabeza lanzo una mirada maldiciéndolo en silencio hasta que perdió el brillo de sus ojos.

—Arreglar todo este desastre será un trabajo muy largo y difícil de hacer, incluso con la protección de los dioses—susurra mientras mira toda la destrucción.

Sin decir palabra alguna lanza un hechizo que hace que llueva, apagando todos los incendios. El comienza a buscar en los alrededores supervivientes, pero solo halla cadáveres calcinados y algunas mujeres horcadas en los árboles. El chico simplemente las baja mientras el silencio hace que sea incomodo, pero a la vez reconfortante.

Al terminar de revisar comienza hacer tumbas, y va enterrando los cuerpos en silencio. Cuando termina de hacerlo simplemente comienza a rezar por la paz de sus almas, entonces escucha el llanto de una mujer aparecer. Él se levanta rápidamente para encontrar el origen del llanto. Para al frente de un lugar casi apartado del pueblo, allí observa una chica mancha de sangre, sus ojos llenos lágrimas en medio de la oscuridad.

Sus ojos tardan en adaptarse a la oscuridad, pero al hacerlo logra ver sangre machar su falda y delante de ella hay un hombre muerto. Este hombre viste una armadura con la insignia de la Nexus, que pertenece a la capital real. Poco después esta mujer apunta el cuchillo a su garganta, antes que él pueda reaccionar lo clava y cae al suelo mientras empieza agonizar.

—Pobre alma, espero que puedas descansar en paz. Lo único que puedo hacer por ti es hacerte vivir una ilusión—dice mientras se acerca su manos a los ojos de esta mujer.

De pronto ella hace una sonrisa en su rostro mientras mueve sus labios sin voz para decir algo. Lo cual entiende perfectamente, lo que leyó fue un gracias, pero eso no hacía que esto fuera menos amargo para él.

—Incluso siendo un héroe de otro mundo, por que sientes lastima por el triste final de su vida. Y tampoco logro entender el motivo para ayudarnos cuando no son tus problemas Aiden Sinclair.

—Diosa Cassandra, todas las vidas ya sean en mi mundo o en este siguen teniendo el mismo valor. Incluso si son enanos, elfos, altos dragones, demonios, ninfas y hadas. Cada una quiere vivir en paz, pero por culpa de la pagana todas estas razas sufren una guerra contra una diosa usurpadora.

—Eso es lo que no entiendo, por qué colocas las vidas de este mundo al mismo nivel.

—Simple, desde que vi a los reyes pedir ayuda y sentir el dolor de las pérdidas de sus pueblos, seres queridos. Lo entendí, ellos quieren que vuelva la paz. Nadie en mi mundo lleno de idioteces y conflictos hace algo así.

—El mundo de dónde vienes, es un mundo de igualdad y comodidades.

—Sí, pero de tiene defectos como estallar en guerras y arrastrar a miles de inocentes. No arreglar sus diferencias y quedarse en el mismo absurdo sistema de juzgar en vez de aplicar sus leyes o jugar con dichas.

—Aquí resulta igual, pero al menos los pobladores viven en sus propias reglas y no intentan interferir. Eso fue antes de esta guerra, esa palabra es incorrecto de decir. Esto es una masacre sin sentido por una hedonista maniaca.

—Lo sé, pero como el héroe de décimo sexto batallón. Puedo tener certeza que puedo seguir salvando las vidas de los inocentes hasta que mi vida se extinga, espero que los que salve. Ayuden y los desconsolados encuentren fuerza en su interior.

—Aiden en la próxima batalla perecerás, pero destruirás una de las guardias del enemigo—dice amargamente la diosa.

Aiden solo hace una sonrisa mientras se levanta para camina a la salida. La diosa cassandra sostiene su mirada llena de determinación en seguir, y acepta esto con pesar. Aunque para el avanzar es más importante que seguir estancado en la misma situación.

—No importa si perezco, sé que mi legado como héroe en estos 4 años servirán para que otros sigan mi ejemplo de que no importa raza o creencia, tenemos que unirnos para enfrentar esta amenaza. Diosa cassandra en el momento que muera, puede por favor llevar mi alma a los cielos quiero ver a mi familia una vez más.

La diosa simplemente sonríe mientras le da un beso en la frente a Aiden.

—Cumpliré mi promesa Héroe, sin importar el costo.

—Gracias—dice mientras sonríe en el lúgubre lugar mientras parece tan irrelevante y normal.