—se eso muy bien, pero el costo de vida es menor, y la paga es suficiente, mientras no descubran que somos de aquí, podremos sobrevivir.
— ¿y que pasara si las descubren? ¡Pueden morir! Puedo llevarlas a la capital, donde estaremos más seguros —explique tratado de controlar mis emociones.
—pero el costo de vida es altísimo y no pagan lo suficiente, además, no tenemos un lugar donde quedarnos…
Mientras discutíamos tocaron la puerta de la casa, un escalofrió recorrió mi cuerpo, a esta hora normalmente nadie del pueblo viene a molestar a menos de que sea una emergencia.
— ¿esperas visitas? —le pregunte a mi madre levantándome de mi asiendo, ella lo negó, estando en una zona bastante alejada de la capital era obvio que la ayuda no vendría, además… normalmente los que tocan a esta hora son ladrones, si no abrimos creerán que la casa está abandonada y podrían entrar a la fuerza, pero si hago lo contrario podrían entrar todos.
No soy tan fuerte como para ganarle a muchos a la vez, lo mejor sería escapar por la ventana del cuarto de Emilia y llevarnos el dinero.
—madre… recoge todo el dinero que hemos reunido y llévate a Emilia a la casa de la señora Porpo… yo las seguiré en un rato.
—Pueden hacerte algo, vámonos todos juntos… —dijo mi madre tomándome del brazo y tratando de empujarme —si nos vamos ahora puede que podamos estar a salvo.
—Lo dudo, yo destacaría mucho, en cambio tú y Emilia podrían sobrevivir —explique tratando de mirar por un pequeño hueco que había en la pared.
Por lo que veía, eran unas tres personas —Ethan, vámonos.
Voltee a ver a mi madre y la tome por los hombros —déjame hacer esto, estaré bien —dije con manos temblorosas pero sonriente.
—volveré con ayuda —dijo abrazándome y corriendo hacia el cuarto de Emilia junto con el dinero.
Espere a que huyeran, pero mientras eso pasaba los golpes de la puerta se hacían cada vez más fuertes intensificando mi miedo.
—padre, sé que no he hablado mucho contigo pero… protege a mi familia… —rogué mientras caminaba hacia la puerta.
Mientras más me acercaba sentía como iba perdiendo poco a poco mis sentidos, solo escuchaba pequeños pitidos que mis oídos producían, no podía oler más allá de mi aliento, mis manos estaban sudadas y mi vista se nublaba.
Sentía como el recorrido hacia la puerta se hacía más y más largo aunque ya había llegado a la puerta.
Al abrir la puerta dos de las personas me sometió, me empujaron hasta llegar al piso y me voltearon para no ver ninguna de sus caras, había sido tan rápido que no me había dado cuenta, todos llevaban túnicas que les cubrían todo el cuerpo junto con máscaras y guantes.
—no tenemos dinero… lo único que tenemos de valor son los jarrones que están en el estante de la derecha —dije temblando, trataba de zafarme para poder hacer tiempo, pero me era imposible.
La tercera persona solo entro a la casa y miro la sala por unos cuantos segundos.
— ¿Quién dijo que veníamos por dinero? —pregunto el hombre que estaba mirando mi hogar.
— ¿van a matarme? Si son del otro reino, matarme no hará que la guerra se detenga —explique mientras trataba de levantar mi cabeza, lo que fue inútil ya que una de las personas había puesto su mano en mi cabeza para no mirar hacia arriba.
—tampoco, ¿pueden levantarlo y sentarlo por favor? —ordeno el hombre a las dos personas que me sujetaron.
—entonces… ¿Qué los trae a mi casa? —pregunte siendo levantado por las otras dos personas, que supongo, son hombres, me llevaron a la mesa y me dejaron frente al hombre que tenía una máscara.
El hombre saco un papel que tenía guardado y lo desdoblo.
— ¿eres Ethan Jeankins? —pregunto el hombre a lo que yo solo asentí — ¿puedes decirme que significa la última pregunta de tu examen? —pregunto desdoblando el papel y mostrando que era mi examen.
Al leerla me di cuenta que solo había escrito una estupidez, la pregunta era: ''¿Por qué quieres formar parte de esta academia?'' a lo que respondí: ''por dinero'' además de una pequeña nota que decía que el duque que estaba a cargo era un inútil.
Había puesto esa respuesta apropósito para que no me aceptaran, pues, esa respuesta ofendería a cualquiera.
—Necesitaba el dinero… —dije con la cabeza agachada —realmente no quería ser parte de la academia.
— ¿Y esa era razón suficiente para ofenderme? —pregunto, al alzar la cabeza el hombre se había quitado la máscara, este hombre tenía un aspecto joven, cabello rubio y ojos azules con, su cabello estaba sujeto con una cola de caballo y tenía un collar azul.
— ¿hechicero… Pendragon? —Dije con nerviosismo mientras intentaba arrodillarme —juro que solo quería que no me aceptaran… no quería ir a la guerra… solo necesitaba el dinero… no me mate —tartamudee por unos cinco minutos.
El duque solo se reía de mi reacción — ¿tanto miedo doy? Creía que era una persona amable.
—si señor —conteste arrepintiéndome de mi pregunta.
—me llamaste muchísimo la atención cuando leí tus respuestas y me entere de lo que hiciste —respondió con serenidad.
— ¿hice qué? —pregunte sudando frio.
—pasaste mis muros de magia con muchísima facilidad, además de que le ganaste a mi guardia y te escondiste detrás de un poseído, eso es de admiración, lo más gracioso es que aun cuando podías escapar no lo hiciste.
— ¿habían barreras mágicas? —pregunte con incredulidad.
El duque se sorprendió para después reír — ¡que ser tan interesante! Desde hace unos veinte años que no me sentía tan intrigado por una persona —explico el duque con una sonrisa —bien, ¿todavía quieres declinar mi oferta? —pregunto mientras sus sirvientes me obligaban a volver a sentarme.
El duque hizo un contrato con magia y saco una pluma de su bolsillo.
— ¿Por qué se interesa en mí? —pregunte, los hechiceros tienen la mala fama de experimentar con personas para así tener más hechizos.
—ni idea, solo me pareciste interesante, nadie esta tan desesperado como para hacer cosas tan imprudentes, si estas en mi academia poder ver un buen espectáculo y cuando vayas a morir en la guerra podre quedarme con tu cuerpo y así investigar el por qué te me haces tan interesante —explico él aun con una sonrisa en el rostro.
En cambio, un escalofrió recorrió mi cuerpo, era como si me avisara de que algo iba a pasar — ¿Cuánto me pagara? Quiero un pago por ir a la guerra y otro para que se quede con mi cuerpo —pregunte dejando mi miedo a un lado.