Con los 60,000 dólares ganados gracias a sus acertadas apuestas en el Mundial, Sebastián sabía que tenía que actuar con inteligencia. Mantuvo su rutina diaria para no levantar sospechas, pero dejó su trabajo en la tienda de abarrotes de Rebelino, explicando que necesitaba centrarse en sus estudios. Rebelino, aunque triste de ver partir a un trabajador tan dedicado, le deseó lo mejor. De regreso a casa, Sebastián llegó con una mezcla de emoción y ansiedad. Respiró profundamente y se sentó en su cama, reflexionando sobre el siguiente paso crucial. Sabía que necesitaría una buena computadora para poder investigar y aprender sobre las tecnologías emergentes y las empresas innovadoras como las de Elon Musk. Sin perder tiempo, decidió invertir en una computadora de escritorio de alta gama. Se dirigió a una tienda de electrónica y, después de evaluar varias opciones, compró una potente PC con todas las características necesarias para el trabajo que tenía en mente. La computadora representaba no solo una herramienta, sino también una puerta hacia el futuro que quería construir. Una vez que tuvo la computadora en casa, Sebastián comenzó a organizar su plan. Sabía que Elon Musk había terminado sus estudios en la Universidad de Pensilvania, donde se había graduado en Economía y Física. Inspirado por esto, Sebastián decidió que su objetivo sería seguir un camino educativo similar para poder aplicar a una universidad de renombre en el futuro. Sebastián se inscribió en la escuela primaria local y comenzó a asistir a clases regularmente. Sus maestros y compañeros notaron rápidamente que era un estudiante excepcionalmente brillante. Aunque solo tenía siete años, su madurez y conocimiento destacaban. A menudo participaba en clase, haciendo preguntas profundas y ofreciendo respuestas detalladas que sorprendían a todos. En casa, usaba su nueva computadora para investigar sobre física, economía, y las empresas de Musk, como Tesla y SpaceX. Leía artículos, veía videos educativos y tomaba notas detalladas. Su capacidad de memorizar y entender conceptos complejos rápidamente le permitió avanzar en su conocimiento a un ritmo impresionante. Sebastián también dedicó tiempo a aprender programación y robótica. Compró kits educativos y se unió a comunidades en línea donde podía hacer preguntas y compartir sus progresos. Su pasión por la tecnología y la innovación crecía cada día, y sabía que estas habilidades serían cruciales para su futuro. Además de sus estudios, Sebastián usaba la computadora para intentar contactar a Elon Musk. Buscaba toda la información posible sobre Musk, sus intereses y sus empresas. Redactó varias cartas detalladas en las que proponía su apoyo y ayuda incondicional, destacando sus conocimientos y su pasión por las mismas áreas que Musk. Finalmente, después de varios intentos y mucha investigación, logró encontrar una dirección de contacto adecuada. Envió un correo a Musk explicando su situación, su conocimiento del futuro y cómo creía que podía contribuir a los proyectos de Musk. Su mensaje era sincero y lleno de determinación. Para su sorpresa, Musk respondió al correo unos días después. Agradeció a Sebastián por su interés y le propuso una reunión virtual para discutir sus ideas más a fondo. Durante la reunión, Musk le explicó que su empresa de software web, Zip2, estaba enfrentando serios problemas y necesitaba ayuda urgente para resolverlos. Durante la reunión virtual, Sebastián se mantuvo anónimo. Utilizó un avatar genérico y un distorsionador de voz para proteger su identidad. No reveló su edad ni mostró su rostro. Musk, impresionado por el conocimiento y las soluciones propuestas por Sebastián, no insistió en obtener más información personal y se centró en los problemas técnicos. Trabajando en equipo con los ingenieros de Zip2, Sebastián aplicó sus conocimientos y habilidades para resolver los problemas críticos de la empresa. Su contribución resultó ser invaluable, y Zip2 comenzó a ver mejoras significativas en su rendimiento y estabilidad. Sebastián había logrado lo que se había propuesto: acercarse a una de las figuras más influyentes del futuro y asegurar una posición donde podía realmente hacer la diferencia. Sabía que aún tenía mucho por hacer, pero este era solo el comienzo de una nueva vida, una que él estaba decidido a moldear con sus propias manos. Con su nueva computadora y la puerta abierta hacia colaboraciones significativas, Sebastián estaba listo para dar forma a un nuevo destino. Sabía que el camino sería desafiante, pero con su conocimiento del futuro y su determinación inquebrantable, estaba preparado para enfrentar cualquier obstáculo y contribuir al avance de la humanidad