—Señor Lee, felicidades, he oído que el caso de homicidio está a punto de cerrarse. La presión siempre parece hacer algo de bien, ¿verdad? —Durante el viaje, el teléfono de Nikodem Lee no dejaba de sonar.
Todas las llamadas eran buenas noticias.
Esos amigos le decían que el caso estaba a punto de abrirse de par en par, y que los departamentos relevantes ya habían obtenido suficiente evidencia concluyente.
Pero Nikodem Lee no podía sentirse feliz en absoluto.
Si ese era el caso, ¿por qué habían llevado a Fernando Lee de repente?
Intentó llamar a Jennifer Lopez, pero descubrió que nadie contestaba el teléfono.
Mañana es la boda de Jennifer Lopez, y la nueva matriarca de la Familia López debe estar ocupada preparando su banquete de bodas.
¡Bang!
Nikodem Lee golpeó con su puño el asiento delantero del pasajero del coche.
Sus ojos estaban llenos de ira.
Definitivamente algo no estaba bien.