Al romper el alba y el primer rayo de sol brillando sobre el vendaje enrollado alrededor de las nalgas de Jay King, él despertó.
Hoy, tenía que finalizar la colaboración con Itai Huntington.
Solo quedaban tres meses para el banquete de cumpleaños de la abuela.
El hecho de que la abuela incluso le hiciera venir personalmente a Ciudad Gonzalez mostraba la urgencia del asunto.
Se sabía que Jay King había estado al lado de la abuela todos estos años, nunca una vez saliendo de las Américas.
Ahora, todos estaban bajo una inmensa presión.
Incluyendo a la abuela misma.
Ella había estado planeando durante doscientos años, todo para descubrir el secreto de la inmortalidad.
Sin embargo, hasta la fecha, no había tenido éxito.
Con su tiempo agotándose, el pánico se estaba extendiendo por el Salón del Pico del Trueno.