—Zane Percival...
En Ciudad Gonzalez, en el parque logístico.
Jennifer Lopez se arrodilló frente al tocador, su maquillaje recién aplicado completamente arruinado.
Su mirada era apagada, sus ojos llenos de tristeza.
A lo largo de los años, había establecido meticulosamente una base, estableciendo conexiones en la capital.
¡Todo para traer a Zane Percival de vuelta a la Familia Lopez para heredar el negocio familiar!
Pero ahora, todos sus esfuerzos se habían ido por el desagüe.
—¡Julio Reed! ¡Te mataré! Debo...
Ella apretó los puños de dolor, enterrando su rostro en el tocador, sus ojos rebosantes de veneno.
—¡Guerrero Sombra!
—Señorita.
Guerrero Sombra, de pie fuera de la puerta, entró y preguntó:
—¿Cuáles son sus órdenes?
—Esa mujer, ¿la has capturado?
Jennifer Lopez tomó una profunda respiración y dijo con voz temblorosa:
—¡Quiero que él sienta el dolor de perder a un ser querido!