Sin embargo, dentro del BMW, Aron Jackson no sabía que alguien los estaba esperando.
—¿Jefe Potter? —Después de subirse al coche, sacó inmediatamente su teléfono y llamó a Stanislaus Potter.
En el coche, ya había hablado con Julio Reed y conocía muy bien la situación actual.
Dado que la Familia Potter estaba decidida a buscar problemas, decidió cobrar algunos intereses primero.
—¿Quién es? —Una voz masculina profunda y madura llegó desde el otro extremo del teléfono.
—Soy Aron Jackson. Tengo a su preciado hijo en mis manos ahora mismo. Me pregunto, ¿cuánto está dispuesto a pagar el Jefe Potter?
—¿Aron Jackson? ¡Aron Jackson! —Al escuchar la voz de Aron Jackson, Stanislaus Potter pareció algo conmocionado.
La reputación de Aron Jackson era bien conocida en toda la Provincia de Cinco Ríos. Pero, ¿cómo había acabado él mismo ofendiendo a esta plaga?