—Lo siento, padre.
En una habitación privada del Hotel Valentine en Ciudad Gonzalez.
Elwood Thorneycroft se arrodilló en el suelo, mirando a Fabian Percival frente a él, envuelto en vendajes, sin atreverse a levantar la cabeza.
—Vito, ante una gran desgracia, no es tu culpa que hayas huido. Sin embargo, lo que enfrentamos no es una separación de vida o muerte, sino una prueba.
Fabian Percival extendió ambos brazos, y el doctor detrás de él rápidamente y con cuidado le envolvió las vendas.
Estaba gravemente herido, pero sus huesos estaban bien. Solo necesitaba descansar y recuperarse en paz.
—Vito sabe que estuvo equivocado.
La cabeza de Elwood Thorneycroft estaba firmemente presionada contra el suelo, no se atrevía a levantarla en absoluto.
—Vito, Marthew Abernathy murió, él era tu hermano.
Fabian Percival cerró lentamente sus ojos:
—No puede morir en vano.
—Vito entiende.
Elwood Thorneycroft respondió.
—El hombre que mató a tu hermano se llama Bran Cook.