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—Hola, soy Itai Huntington. ¿Puedo preguntar quién llama?
Volviendo al trabajo, Itai Huntington se sentó en la oficina, mirando en su pantalla la identificación de la llamada proveniente de la capital y ya había adivinado más o menos el escenario. Este horario, la capital. Solo podía ser la Familia Leocadia.
—Esta es Natalia Leocadia, señorita Huntington. Me gustaría preguntar, ¿quién destrozó la exposición de nuestra familia Leocadia hoy? —Natalia Leocadia preguntó indiferente. En sus ojos, tal gente no era más que un transeúnte, ni siquiera valía la pena recordar su nombre. Incluso la cuestión de seleccionar la ubicación era algo que el personal manejaba. Se podría decir que aparte de saber que la exposición de la familia Leocadia se llevó a cabo en Ciudad González, Natalia no sabía nada más. Después de todo, con una gran familia y un gran negocio, tenía muchos asuntos en los que preocuparse. ¿Cómo podría atender a todo?
