—¿Se conocían?
No solo Sterling Fairbanks, incluso Finn Carmichael no se lo esperaba.
El Joven Maestro no había venido al bar solo; ¡había traído con él a tal maestro!
¡Un solo brazo derribó a todos los empleados de Sterling Fairbanks!
¡Fue un completo abrumamiento!
—¿El señor Reed... el señor Reed lo conoce? —Sterling Fairbanks preguntó con una sonrisa avergonzada.
Había llegado a despreciar a Julio Reed, pues en solo un breve momento, ¡había sido humillado dos veces!
Temía que al llegar a la capital, se convertiría en el hazmerreír y perdería su oportunidad de heredar la Familia Hall.
Y su hermano, que había estado maquinando para el puesto, seguramente haría un gran alboroto con esto.
Aunque.
Eran todos miembros de la Familia Hall.
La capital siempre había sido un lugar donde los familiares luchaban y se derramaba sangre, especialmente entre las grandes familias; ninguna era una excepción.