—El Joven Maestro Lee y el Joven Maestro Lawrence Koller de la Ciudad Lancas hablaron al mismo tiempo —dejando a Sophia Leocadia sin espacio para continuar suplicando por Julio Reed.
Después de todo, que ella defendiera a un hombre hasta tal punto era ilógico por donde se viera.
En los círculos de la Ciudad Lancas, por muy grande que se diga que es, también es bastante pequeño.
Desconocer quién era Julio Reed significaba que todos los presentes se pondrían del lado de Fernando Lee.
Si se difundieran rumores, dañaría tanto su reputación como la de la Familia Leocadia.