A las exactas 3 am en el hospital psiquiátrico, se vio al médico salir de una sala donde un cierto paciente estaba siendo retenido en cautiverio. La habitación ha estado cerrada durante días sin que nadie tuviera acceso para entrar o salir.
—Sáquenlos de ahí y manténganlos con los otros pacientes. Hasta que recibamos noticias de Kate, no los tocaremos —ordenó mientras se quitaba los guantes y las enfermeras procedieron a hacer lo que les habían pedido. Nadie discutió.
Ha pasado ya algunos días desde que las noticias de la bancarrota de los Sui circuló por la ciudad, sin embargo, nadie ha llamado al hospital. Ni siquiera Kate o su hija. Han desaparecido para todos como suelen hacer. Eso es lo que tiene esta gente rica, dejan a su familia aquí y se van así sin más.
Estaba harto de tener el mismo problema una y otra vez. Han llamado a Kate múltiples veces e incluso le enviaron mensajes de amenaza, pero la mujer ha rehusado tercamente responder a cualquier persona.