—Señora por favor cálmese. Los regalos que se le dieron a los niños y a todos aquí fueron efectivamente dados por Nari Sui —comenzó Ma. Estaba decidido a humillar a la chica que piensa que podría acabar con él. Las cosas nunca habrían llegado a este punto si solo ella hubiera resuelto el asunto de la manera que él quería, pero no, decidió que iba a lidiar con él. Él quería que ella hiciera lo peor.
—¿Entonces por qué los están recogiendo? —preguntó la mujer. En este momento, los reporteros que se habían disfrazado con estilo para parecer reporteros normales ya estaban estacionados y esperando la noticia real. Habían visto a Nari entrar en la oficina del gerente más temprano y no la han visto salir.