Paul no esperó a que Noah se repitiera y ordenó a los guardias que detuvieran a las personas en la habitación. —¿Qué están haciendo? No se atrevan a tocarme —gritó Kate, elevando el tono de su voz.
—¡Oye, suéltenme! —gritó Nari mientras un guardia la sujetaba de las manos, su rostro se distorsionaba en una mezcla de miedo y enojo.
—¡No se atrevan a tocar a mi esposa, está muy embarazada. Noah Declan, me las pagarás! —gritó Shen, su voz resonando en la habitación del hospital mientras los guardias los escoltaban a él y a su esposa fuera.
Mientras se dirigían al área de recepción, sus ojos se abrieron de par en par por la sorpresa.
El área de recepción se había transformado en una escena de caos. Los muebles estaban volteados y el usual ambiente ordenado del hospital estaba en desorden.
Había reporteros de pie fuera del edificio con guardias impidiéndoles entrar.