Una vez que Noah hubo acomodado a la mujer en la cama, salió de la habitación hacia su estudio. Había pedido a su asistente averiguar todo lo que hubiera sobre Anna Sui y enviárselo, lo cual el hombre hizo.
Noah no era de los que creen cualquier cosa que ven en las noticias porque él cree que las noticias a veces son manipuladas por la gente de una manera para destruir a otra persona.
Había visto la publicación que Anna hizo hace dos años. Ni siquiera era tan mala como la gente la hacía parecer, era solo una publicación inofensiva que se malinterpretó tanto y la hizo ser cancelada. Le daría tiempo para que dejara atrás su pasado y todo lo que hubiera en él y se concentrara en lo que tienen ahora.
A su familia no le gustaba la separación ya que sentían que traía mala imagen a la familia, así que ella estaba en esto con él para siempre.
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Mientras Anna y Noah aún intentaban adaptarse a los nuevos cambios en su vida, de vuelta en la mansión de la familia Yong, la Señora Yong entró en la habitación de su hijo en medio de la noche para hablar con él. Sabía que una vez que los Sui's cortaran todos los lazos con ellos perderían todo lo que poseían y no quería eso.
—Mack —llamó en voz baja sin obtener respuesta.
—Mack —llamó con más firmeza y él levantó la cabeza para mirarla.
—¿Qué pasa? —gruñó, quitándose el sueño de los ojos.
—¿Encontraste a Anna? ¿Ya hablaste con ella? —preguntó la Señora Yong con ternura. Conocía el temperamento de su hijo y no quería ofenderlo con sus preguntas.
—No tengo tiempo para eso —mintió Mack. De hecho, había hablado con Anna y ella lo había rechazado nuevamente. Todavía estaba atónito por su actitud audaz, no tenía idea de cuándo esa mujer había cambiado tanto en solo unas pocas horas.
—¿Cómo que no tienes tiempo para ella? Sabes que necesitamos a los Sui's ahora más que nunca. Anna es la próxima heredera de su imperio. ¿Sabes lo que un Matrimonio entre los Yong y los Sui traería? —preguntó y Mack, al ser codicioso, finalmente se sentó en la cama. Suspiró.
Esta es la única razón por la que estaba con Anna en primer lugar. Por lo que una relación con ella traería a su familia, no porque la amara demasiado. Con el tiempo, la chica se había enamorado perdidamente de él y él aprovechó eso.
Mack no sabía cómo hacer para decirle a su madre sobre su rechazo. Le daría unos días para que se calmara. La Anna que él conoce está obsesionada con él, nunca lo dejaría por nadie. Además, era una niña malcriada que no podía vivir sin dinero.
Serán un par de días antes de que venga llorando para que su abuelo la acepte de nuevo.
—Anna me sorprendió engañándola con su peor enemiga Nari y aun así tú me obligaste a decirle a su padre que había sido ella la que engañaba. ¿Cómo crees que me aceptará ahora? —preguntó Mack.
—Vamos, sabes que no pensábamos nada de lo que hicimos allí. Solo eran un acto para obligar a sus padres a casarlos rápidamente.
—¿Y eso funcionó?
—Ya estaba funcionando si esa chica terca no se hubiera echado atrás en el último minuto —manifestó la señora Yong.
—Mack, eres un hombre guapo, y Anna te amaba tanto. Ninguna mujer querría desechar su relación de siete años cuando sabe que eres el único hombre que puede casarse con ella en toda la ciudad. Sí, está herida, pero eso no significa que un poco de seguridad no la traería de vuelta —afirmó la señora Yong.
—Nari está embarazada —Mack declaró y su madre suspiró, el silencio los visitó por unos segundos antes de decir:
— De eso estoy consciente. Puedo ocuparme de Nari y mi nieto. Ya le he explicado todo y ella entiende. Deberías trabajar en convencer a Anna de que aún la amas.
Mack no podía decir si su madre había visto los ojos de Anna hoy cuando ella rompió su compromiso con él frente a todos.
Ella estaba fría. Incluso cuando él la llamó para amenazarla, ella seguía tan fría y distante. No la ha visto en tal estado. La Anna que él conoce lo perdonaría pase lo que pase, pero esta vez era diferente.
Se estremeció al pensar en ella. Le daría días para que se calmara, como prometió, y cuando terminara, intentaría reconquistarla de nuevo.
—Tienes que casarte con ella, Mack —dijo su madre.