—¿Marie? ¿Lilian? —Emil arqueó una ceja antes de girarse para mirar a Ariana, que estaba un poco pálida en el rostro—. ¿Quiénes son ellas, Nico? Jamás he oído sus nombres de tu boca.
—Son las camareras del club —respondió Kayden—. Son las únicas que Nico ha mantenido a su lado por mucho tiempo.
—Ah, las recuerdo —Emil entonces se giró hacia Nicolai y le dijo—. ¿En verdad estás con ellas? Pensé que las rubias no eran tu tipo.
—¿Quién dice que no puedo cambiar mis preferencias? —Nicolai sonrió con suficiencia a Emil, quien rodó los ojos mientras Theodore se aclaraba la garganta, encontrando la conversación un poco incómoda.
—Luego miró a Nicolai antes de decirle —¿Cómo está tu madre? ¿Está bien?
—Está perfectamente bien, tío —Nicolai ofreció una dulce sonrisa mientras se comportaba realmente bien frente a Theodore al mismo tiempo que su mano encontraba de nuevo su camino por el muslo de Ariana, y esta vez se deslizaba por debajo de su falda.