—No hay necesidad —Ariana detuvo a Penélope—. Ella estaba bastante calmada en comparación con Penélope, que parecía una maníaca.
Penélope soltó un suspiro de alivio. Era bueno que Ariana supiera su lugar y entendiera que no era digna de recibir una disculpa de su parte.
Theodore se volvió y miró a Ariana, y Nicolai también, pero no dijo nada para detenerla. Sabía que Ariana era amable, pero no tontamente amable.
—Deberías dejar que se disculpe —Ariana escuchó a su padre decirle—. Eso es lo que te debe.
—Lo sé —Ariana sonrió suavemente a Theodore antes de decirle—. Sin embargo, una disculpa solo importa cuando la persona que la dice comprende lo que ha hecho mal. Por lo que puedo ver, Penélope no parece tener la más mínima idea sobre las cosas que hizo mal. Tampoco está dispuesta a aceptarlo.
