Punto de vista de Selene
Lo único en lo que podía pensar en este momento era en mi cama y ni siquiera eran las 10 a.m. aún.
—Parece que tuviste una noche ajetreada —Noé se inclinó para susurrarme al oído.
Me desperté sobresaltada... Debí haberme quedado dormida otra vez. —¿Yo? ¡No! —solte una risita que sonó sin gracia cuando vi su expresión divertida—. Tal vez haya desayunado demasiado, quizás.
—Bueno, no sé sobre los demás, pero esos hombres me están mirando con sospecha. Si ya estás cabeceando a esta hora del día, tienen la mente llena de ideas. ¿Deberían preocuparse de que su Rey no duerma lo suficiente porque está intentando...?
—¡Noé! —me reí, mi cara se enrojeció— No seas así. ¿Y si alguien puede leer tus labios y entender lo que estás diciendo?
—¡Vamos! —levantó las cejas— Apuesto a que están celosos de que su reina esté acostándose todas las noches y ellos no.