Punto de vista del narrador
Los ojos de Kragen se ensancharon con sorpresa mientras consideraba a Selene.
Ella no le temía. Otras criaturas estarían temblando de rodillas si él se hubiera presentado ante ellas, pero Selene actuaba como si estuviera disfrutando de un campo de juegos y esto fuera algo normal. Lo impactante era cómo parecía que no le molestaba. Él la observó mientras ella gruñía y apretaba los dientes y luego se levantaba con la ayuda de un palo que yacía a su lado. Con sangre goteando de sus piernas, comenzó a cojear en la dirección opuesta a donde él estaba parado.
—¿Adónde vas ahora? —preguntó Kragen rodando los ojos.