Punto de vista de Selene
Las noches llegaban rápidamente.
Mi corazón latía aceleradamente sin parar. Al caer un corazón, un golpe en la puerta, incluso pasos. La casa de la manada estaba vaciándose de gente, la luna negra completa solía pasar en familia, así que para la noche muchas de las sirvientas se habían ido. Las que quedaban rondando o vivían en la casa de la manada o no tenían familias.
Las niñeras de las niñas ya se habían ido hace últimas dos horas y me había quedado para atender a las niñas. Las miraba mientras ellas seguían charlando entre sí acerca de qué color era el mejor para su libro para colorear. Estaban trazando una casa y estaban absortas en ello. Estaba preocupada, por primera vez desde la luna oscura, temía que algo más fuera a suceder. Ocasionalmente, un recuerdo del sueño de anoche se filtraba en mi memoria. Algo andaba mal, pero no podía poner el dedo en ello.