Punto de vista narrativo
Gaia se acercó a Carmen, sus ojos ardían con odio —¿Cómo te atreves a hablar tan mal de mi hijo?
—¿Por qué no lo haría? —Carmen se burló—. Sé que durante años has deseado ser yo... ocupar la posición en la que me encuentro, estar con mi esposo, pero no lo permitiré Gaia... Justo como cuando luché y gané hace veinte años.
El rostro de Gaia se puso pálido y su mirada se desvió hacia Kiba y por un segundo, memorias de su juventud pasaron por su mente. Habían estado tanto en amor, pero la ley no les permitió casarse. Gaia quedó desconsolada cuando Kiba terminó con ella y curó sus heridas en manos de un mago que estaba locamente enamorado de ella.
Justo cuando comenzaba a enamorarse de su esposo, él fue asesinado dejándola con un hijo y otro corazón roto.
—Carmen... —Kiba se acercó a su esposa e intentó tomarla de los brazos, pero ella lo empujó y enfrentó a Gaia, sus ojos rojos de ira.