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Una Extraña Coincidencia

🇻🇪Adeline_Scooth
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Synopsis
Danna Carpenter, una adolescente de dieciséis años de edad, vive sola en su departamento ya que sus padres se habían divorciado y al cabo de un tiempo a ella ya no le agradaba estar con ninguno. Ella no tuvo una infancia tan perfecta y llena de colores como otras chicas, tuvo que soportar todos los desafíos que llegaron a su vida, volviéndola una chica sin amigos, fría y poco sociable. Al ingresar a la Preparatoria su vida dio un gran cambio. Conocio a un chico llamado León Fisher, el cual es el responsable de que la vida de Danna en la preparatoria sea un infierno. Ella procura vengarse de la peor forma posible de él, pero lo que ella no sabe es que durante el proceso pasaran algunas cosas inesperadas y descubrirá un secreto que sus padres estuvieron guardando durante mucho tiempo....
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Chapter 1 - 1: El verde de las hojas.

Cada día es lo mismo, estar en mi habitación, despertar en la misma cama, solo mirar hacia el techo y pensar lo de siempre "Hoy también desperté", y tan solo pensar que tengo que salir de mi habitación, sentir como la gente me mira con desagrado, aunque eso no me molesta tanto la verdad, en cambio, me gusta como se siente, pero igual, nada logra hacer que cambie de idea.

Odiar mi vida.

Todas las mañanas son iguales, la alarma que pongo en las noches antes de dormir me despierta a la misma hora de la mañana, la descarto, veo el techo, me quedo unos minutos pensando cómo será mi día, después me levanto y hago las mismas cosas de una persona "común".

Yo vivo en un departamento pequeño, bueno, no me quejo, al menos vivo sola sin tener que soportar problemas "familiares".

Explicar mi situación familiar no es tan difícil, simplemente mis padres se divorciaron un tiempo después de que yo cumpliera los seis años y han pasado como diez años para ser exacta.

Pero bueno, mi familia no es algo de lo que me guste hablar mucho, ellos reacieron sus vidas y se casaron con personas diferentes, me alegra de que la estén pasando bien, incluso tuvieron más hijos con sus parejas actuales.

Mejor ya no hablemos de ellos, dejémoslos en paz.

Después de tomar un baño caliente y haber desayunado un buen pedazo de pan con café, estoy lista para empezar otro horrible día en la preparatoria.

¡Yhey! Pero qué feliz estoy, tanto que podría tirarme de un punte... sí, ok, bueno, ya, dejemos el sarcasmo de un lado.

Me encontraba caminando por las solitarias calles de Green City al salir de mi departamento y se preguntarán, si es que no lo habían hecho antes ¿Cómo una chica de dieciséis años, puede vivir sola en un departamento?.

La respuesta es simple, mi padre paga el alquiler y me da dinero a veces para que yo compre todo lo que necesito.... ¿Para sobrevivir?.

Que buena vida ¿no?

Hablando más sobre donde vivo, eso, Green City, que se caracteriza por sus pastos verdes y por sus montañas en la lejanía al entrar a la Ciudad. Suelen haber muchos turistas por las vistas y el paisaje tan..."hermoso", como dicen los demás, a mí la verdad no me importa tanto dónde vivo y si es un lugar de "cultura" o es "importante" para los demás, yo con tal de estar viva está todo bien, aunque ni eso...

Yo vivo un poco lejos de la Preparatoria, para eso tengo que tomar un autobús y después pasar por un pequeño parque para así llegar. Lo único que me gusta de las mañanas es pasar por el parque, por un árbol grande, alto y con muchas hojas de un color verde oscuro que me encanta, siempre me consigo al mismo gato al cual le llevo algo de comida, en este caso un pedacito de pan, y lo acaricio después que come, luego me despido del animalito para seguir hacia la preparatoria.

Aahh, la preparatoria, me gusta más llamarlo "el infierno", aunque creo que el infierno puede ser más bonito que ese lugar. Yo no tengo casi amigos, no necesito, ni me interesan, al final todos te traicionan y se alejan, aunque hay un chico que es la excepción, que es mi único amigo.

Recuerdo que en la primaria una vez hubo una niña que se me acercó.

—Hola —dijo ella con una simple y linda sonrisa en el rostro— ¿Cómo te llamas?

—Tú no necesitas saber mi nombre, además ¿Para qué preguntas? —dije dándole una mirada seria e intimidante, la sonrisa que tenía se fue desvaneciendo poco a poco al escuchar mi respuesta, luego antes de que ella pudiese contestar, añadí:— Estamos en la misma clase, siempre pasan la asistencia, hacemos exposiciones y como si fuera poco... el primer día todos nos presentamos.

—Sí, pero... —Balbuceó en un susurro, pero antes de que pudiese terminar, la interrumpí.

—¿Acaso estabas tan sorda así que no escuchaste? Mejor vete por donde viniste. —Solté, con voz demandante haciendo que la pobre niña soltara unas lágrimas, eso fue más rápido de lo que creí.

—Y-Yo... solo..quería ser tu amiga... —Intentó explicar, entre sollozos y pasándose las manos por la cara para quitar las lágrimas, aunque, igual cada vez seguían saliendo más.

Entonces, ¿Qué? Yo estaba allí sentada con los codos en la mesa y mi cara sobre las palmas de mis manos, viendo a la niña llorando y no podía creer que algo así la hizo llorar.....que ser tan débil. No tardó mucho en que los demás compañeros del salón se acercaran a donde estaba la niña para preguntar que pasaba. A lo que yo respondí:

—Yo no hice nada, solo intenté decirle de una manera que se fuera y me dejara.... —me tomé unos segundos para pensar y al fin solté:—Y ella se quedó llorando como si yo le hubiese pegado, no es mi culpa que ella se quiera meter en la vida de los demás sin ser invitada.

En ese momento todos se quedaron viéndome, como si yo fuera la mala, odio que los demás me miren por una cosa tan insignificante como esa y sin más les grité:

—¡Ya vuelvan a sus sitios, si la profesora los ve así se molestará y nos castigará a todos! —De modo que todos se fueron a sus asientos obedeciendo lo que les dije, pero antes de que la niña llorona se fuera le dije— Y tú, —La miré de forma amenazante y de la misma manera le remarqué:— si le dices algo de esto a algún adulto, después sí sabrás lo que es llorar de verdad.

Ella asintió con la cabeza apresurada, se limpió la cara con las mangas del uniforme y se fue a su lugar temblando de miedo.

Y después de ese momento nadie me habló, me miraban con miedo, igual no me importaba, me gustaba, preferiría mil veces eso que estar con otra persona cerca de mí, molestándote, así fue hasta que entré a la preparatoria...

***

°Primer día de Preparatoria°

Hoy es mi primer día y espero que todo salga bien, espero que nadie me dirija la palabra, prefiero mantenerme al margen.

Mientras esperaba sentada la parada, me quedé leyendo en Wattpad durante el camino, leía un libro muy bueno de una escritora que se llama Alex Mírez, el nombre del libro es "Damián", es interesante y me encanta, así estuve leyendo durante el camino...

***Pasó un rato y el autobús finalmente llegó a la parada***

Bajé del transporte y seguí mi camino a la preparatoria, tenía que pasar por un pequeño parque y mientras caminaba observaba la zona, la verdad era muy lindo, fresco y agradable; no había tantas personas en él, llegó un momento en el que me detuve frente a un gran árbol, era alto, lleno de hojas de un color verde muy bonito, no era como los demás árboles del parque, este tenía algo que lo hacía resaltar.

Mi mirada viajó por toda la parte superior del árbol como si así pudiera encontrar otra cosa, hasta que....

—Miau.

Bajé la mirada hasta donde comenzaba el tronco grueso del árbol, había un pequeño gatito, el tronco tenía una especie de agujero en el cual entraba el gatito para refugiarse del enorme mundo que lo rodeaba.

Me coloqué en cuclillas para poder llegar al animalito y así poder acariciarlo.

—Hola, amiguito. —Le digo mientras llevaba mi mano lentamente por debajo de su cabecita para así demostrar que no le haré daño.

El gatito de pronto comenzó a ronronear y a moverse para que lo acariciara por encima de la cabeza, desde pequeña me gustan los gatos, son mis animales favoritos, pero nunca pude tener uno porque mi madre era alérgica a ellos; y actualmente donde vivo, el gerente que administra los departamentos no permite que nadie tenga mascotas dentro, qué lástima, por esa razón él no me cae bien.

—Bueno, amiguito, me tengo que ir, no quiero llegar tarde a la prepa en mi primer día. —Me despido del gatito y él sale corriendo hasta el agujero de aquel gran árbol— Prometo que siempre que pase por aquí te traeré algo de comida. —le aseguré y le di una pequeña sonrisa.

Después de que me despedí del gatito, me levanté y seguí mi camino rumbo al preparatoria, no estaba nerviosa, ni tampoco tenía muchas ganas de ir, pero no podía hacer nada; yo me propuse graduarme para poder encontrar un buen trabajo, que por cierto no sé qué es lo que en realidad quiero hacer, pero mi meta más simple y precisa es: "Ser independiente y mantenerme a mí misma sin que mi padre o mi madre tengan que ayudarme". Ellos me apoyan en todo y siempre están dispuestos a ayudarte, ellos me aman.... o al menos eso creo.

Al final no se me hizo tarde para la preparatoria y llegué justo a tiempo, me encontré con una coordinadora al entrar al lugar, una mujer un poco mayor, aparentaba unos ¿Cuarenta?, tenía un traje de una camisa larga en las mangas de color blanco, de botones, y una falda ajustada que le llegaba hasta las rodillas, era de un color gris claro, le lucía bien para una mujer de su edad.

—Buenos días, si no sabes cuál es tu salón te puedo ayudar con eso —Me dijo la mujer con una sonrisa tranquilizadora, sosteniendo unos papeles entre sus manos— ¿Por favor, me puedes decir cómo te llamas? —Preguntó con una voz dulce y yo me quedé viendola, hasta que reaccioné.

—Eh, sí, me llamo Danna.... Danna Carpenter. —Respondí, ella de pronto amplió su sonrisa y después miró el papel que tenía entre las manos, debe estar buscando en qué salón yo debía estar.

Estuvo como menos de un minuto buscando hasta que por fin encontró mi nombre, me miró con esa sonrisa de "todo estará bien, relájate", para después añadir:

—Tu salón es el 3-A. —Asentí y antes de darle las gracias, ella agregó:— Tienes que estar tranquila, todo saldrá bien, te caerán bien tus nuevos compañeros y compañeras, de seguro harás muchos amigos.

Cuando terminó de decir aquello me sentí extraña, nunca tuve amigos y tampoco quería tenerlos, entonces, que ella me haya dicho eso me hizo sentir....¿Intolerante?, No lo sé, lo único que sé es que no me gustó eso.

Fruncí ligeramente el ceño, pero tenía que comportarme y ser cortéz.

—Muchas gracias por todo, trataré de relajarme —Relajé mi expresión y le di una pequeña sonrisa falsa, no quería extenderme a hablar, primeramente porque no me gustaba.

—Fue un gusto ayudarte —Me dedicó una brillante sonrisa, la verdad es que ella era muy bonita y ni siquiera cargaba suficiente maquillaje, solo parecía que se echó un poco de polvo y se pintó los labios de un color rosa suave— Bueno es mejor que te apresures a llegar al salón antes de que cualquier profesor entre a clase. —Avisó, yo tomé conciencia del asunto y asentí.

Me despedí haciendo un ademán con la mano y me fui caminando un poco rápido buscando por los pasillos, aún habían personas buscando sus salones, pero no tantas, fue fácil evitarlas, aunque sentía como algunos chicos y chicas me miraban, ya esa sensación la conocía; Siempre que pasaba por algún lugar se me quedaban viendo, eso nunca me importó solo me acostumbré a las miradas de las personas.

Seguí caminando hasta que vi un papel pegado que decía "3-A", por encima de una doble puerta, entonces supuse que este era el salón, solté un pequeño suspiro antes de empujar la puerta del lado derecho y me dije «Nada puede salir mal» o eso creí hasta que....