River
Abandonar el fuego para salir corriendo en la noche, en busca de su hija, fue suficiente para que a River se le atragantara el corazón en su garganta. ¿Cómo era posible que alguien se hubiera llevado a su bebé de su cálida cama en mitad de la noche?
Mientras atravesaba el bosque, corriendo en la dirección en la que su mujer le había dicho que estaba siguiendo a los culpables, intentó no pensar en el hecho de que llevaba tiempo sospechando algo así en el fondo de su mente. Desde que los bandidos empezaron a acercarse a la aldea, se había preguntado si intentarían una maniobra como ésta. Si hubiera sido capaz de encajar las piezas del puzzle, si hubiera pensado que era realmente posible que intentaran llevarse a su hija, habría estado más atento. Ahora, corría tan rápido como podía, rezando para que Ellie o alguien más los viera pronto.
Si los encontraban, los detendrían. Solo tenían que encontrarlos.
—¡River! ¡Los veo!