Ellie
—¿Y?
Ellie miró fijamente a su marido, tratando de entender exactamente por qué estaba dando tanta importancia a la llamada que acababa de recibir de un Alfa de una manada lejana, tratando de advertirles sobre Sylvia. No era como si no supiera ya que Sylvia le estaba mintiendo acerca de ser una Luna. Se lo había explicado a River más veces de las que podía contar.
—Entonces... ¿no te molesta ni un poco que se haya inventado toda esta historia y ahora tenemos pruebas? ¿Qué crees que va a decir Ulises cuando se lo cuentes?
—¿Por qué tenemos que decírselo cualquiera de nosotros? —contestó Ellie con una pregunta.
Estaban sentados en un banco columpio en el patio trasero de su casa en el pueblo de River. Las flores de invierno olían muy bien. Ellie no sabía cómo Luna Patricia había conseguido que florecieran a estas alturas de la temporada, pero era una maga en materia de jardinería.