Prólogo
¿Un sueño o premonición ?
"¿Cómo he llegado a esto?, ¿En que me equivoqué?"
Pensaba un acalorado joven que subia con prisa y desespero las escaleras de su casa. Si no fuera por él repentino apagón en la casa, podría subir rápido las escaleras.
Lamentablemente, a medida que subía, un silbido cerca lo desesperó. Se dio la vuelta para encontrarse con una luz roja saliendo de la planta baja.
Se apresuró a subir con la respiración agitada. Al llegar al segundo piso, sintió como alguien lo empujó estrellándolo contra una pared en medio de la oscuridad.
Soltó un grito por la presión, quiso darle un golpe a su atacante, pero sus manos fueron tomadas por las de su agresor.
—Eres hermoso cuando te muestras indefenso —Tenía los ojos bien abiertos , su voz se quería romper por su euforia, su respiración era agitada, apretó con fuerza las muñecas de aquel chico asustado.
—¡¿Qué quieres de mí?! —Gritó con temor. Conocía bien a esta chica desde la infancia y jamás se esperó que fuera una psicópata que aniquiló a todo aquel que estuviera cerca de él.
Se sentía aterrado de la persona que lo cuidó desde niño.
—No llores mi amor —Le limpió las lágrimas—, solo quiero tu amor. Erika ya te ha tenido por un buen tiempo, es mi turno —Abrió su boca dejando salir unos muy afilado colmillos.
Él chico no los veía por la falta de luz, solo podía ver enfrente el ojo derecho rojo de su atacante que brillaba intensamente.
De pronto, gritó al sentir una presión horrible en su cuello. La joven le dio una potente mordida en su yugular hscend que la mente del joven quedara en blanco y solo gritara hasta quedarse sin voz.
La garganta le dolió por su grito y la presión de los colmillos tan fríos Como el hielo mezclándose con s sangre caliente.
Poco a poco, la joven lo soltó dejándolo caer al suelo rogando piedad.
Aquella joven no evitó lamerse los labios probando la sangre de sabor dulce que se movía por el interior de su boca, la tragó acabando por gemir de gusto.
—Tú sangre es deliciosa —Tocó sus mejillas con su manos por su fascinación—. Como era de esperar se de alguien tan dulce —Entrecerró los ojos dejando escapar una sonrisa.
—Estás loca —murmuró entre jadeos. Tenía labrada de las mil yardas.
—¡Loca! —Gritó excitada, se movía tambaleándose—, ¡Estoy loca!, ¡Loca! ¡Loca!, ¡Loca! —Decía cantando—, ¡Estoy loca de amor por tí!, ¡¿No lo ves?!, ¡Eres mi amante desde la infancia!
"Siempre te ame, desde primaria, aún lo recuerdo, yo siempre estuvo rodeada de amigos, pero por alguna razón, siempre me sentí vacía con su presencia, sin embargo, cuando estaba contigo, me sentía completa.
"Cuando te fuiste de la escuela entré en una crisis, no paré de buscarte —Lo sujetó para ponerlo contra la pared con fuerza haciendo que se queje y llore—. ¡¿Pero que vi cando te encontré?!, ¡Te vi caminando con esa falsa oxigenada!
"¡¿Me sentí relegada de tu vida, Sabes lo que se siente que te dejen de lado?!
"Sí, lo sé perfectamente"—Pensó el chico, no podía hablar por sus múltiples heridas y por estas llorando por el miedo que le tenía.
"Cuando volviste a la escuela el primer año de secundaria, me alegré, pero, no sabía cómo acercarme.
"Te ignoraba y te trataba como si no existieras para que me rogaras, pero no funcionó, solo dejé el camino libre y te volviste a ir, pasé toda la secundaria sola, pero tras encontrar ese libro, vi mi oportunidad para tenerte solo para mí.
—¿Li-libro? —Murmuró aterrado—, Tú fuiste la que se llevó la única copia de ese extraño libro de hechicería —Habló bajo, pero con seguridad.
En su último año en la escuela secundaria,había escuchado de un libro desaparecido y una alumna muerta.
—Era por tu bien amor —Trataba de contener su ira al hablar y sus nervios—. ¡Nos iban a separar!, Tus amigos y esa desgraciada mal nacida nos alejarían —Acercó su rostro al de él con los ojos brillando mucho más.
Antes de siquiera poder hacer algo, la imagen de la chica con un brillante ojo rojo en medio de una abrumadora oscuridad se fue.
En su lugar, Xander abrió sus ojos en medio de una habitación, tras revisar su entorno, divisó paredes grises, una ventana ventana su izquierda, un closet a su derecha y al lado de ste dos puertas.
Una llevaba al pasillo de su casa y la otra al baño. Se quedó quieto tratando de regular su agitada respiración, su sueño fue muy intenso, se sentía asustado, mortificado y temeroso de salir.
Pero debía hacerlo, pero cuando estaba por retirarse delas sábanas blancas, un extraño dolor de cabeza lo hizo abrir los ojos y de inmediato, todas las sensaciones, con los recuerdos del sueño, se esfumaron.
Su mente quedó en blanco para comenzar el día.
Fin del prólogo...