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Chapter 7 - El mundo de las tinieblas

Regresado con Demitri y Madison, ellos están cabalgando hacia un poblado cercano para curar las heridas de Demitri del combate que ellos dos tuvieron. Demitri duerme plácidamente mientras Madison lo cuida dándole comida y agua mientras se cura. Después de un tiempo, Demitri se sienta en la cama mientras ve a Madison durmiendo.—Madison. —Dijo Demitri que le acaricia la cabeza.—Demitri, estas bien. —Contesto Madison que se despierta.—¿Mejor que nunca, que ha sucedido? —Pregunto Demitri.—Te lleve a este poblado, para que tus heridas puedan sanar. Ahora eres un hombre libre, Demitri y ahora podemos estar juntos, mi romeo. —Contesto Madison que está muy feliz por ello.—No me siento tan feliz al respecto, realmente. —Respondió Demitri.—¿A qué te refieres Demitri, cariño? Ya eres libre, acaso tienes miedo de traicionar a los purgadores. —Pregunto y Contesto Madison.—No es eso, es que no entiendes lo que yo como purgador he tenido que pasar. Es como...no puedo explicarlo, pero es como que si estuviese encadenado a mi trabajo como purgador. Yo no puedo vivir en paz sabiendo que cualquiera que vea es una de esas bestias. El miedo de ser asesinado por esas bestias de repente. —Explico Demitri.—Pero me tienes a mí, mi romeo, podemos vivir con ello. —Contesto Madison.—No están fácil, pero lo intentare tengo miedo de ser infectado por esas bestias, no quiero convertirme en esas bestias y perderme a mí mismo. —Respondió Demitri que se abraza a sí mismo, pero Madison le abraza la cabeza restregándole los senos en la cara para consolarlo.—Si ellos no te pueden dejar en paz, los destruiremos. ¡juntos! —Respondió Madison.—Gracias, Madison, estar contigo fue lo mejor que me ha pasado en la vida. —Exclamo Demitri mientras ella se vuelve a sentar en su silla.—A ti, mi romeo por liberarme de mis cadenas, después que te cures pasaremos por Lycania para atravesarla. —Contesto Madison.—¡El reino de los hombres lobos!, no podemos darle vuelta, la fama que tengo como demonio encarnado despertara la atención de los hombres lobos, no lo crees. —Respondió Demitri.—No te preocupes por ello, estás conmigo, no te pasara nada, claro está, tendrás que ponerte esta correa en tu cuello cuando lleguemos. —Contesto Madison que le muestra la correa de perro.—No me voy a poner eso. —Respondió Demitri que no se quiere rebajar a ello.—Por favor, mi romeo, sé que es denigrante, pero así evitamos que te maten. —Contesto Madison.—¡Ahhh! está bien me lo pondré cuando lleguemos y me la quitare cuando salgamos. —Respondió Demitri molesto.—Ay, mi Romeo, me haces tan feliz. Ahora ponte esta ropa y quema lo que queda de ese traje de purgador. ¿Quieres que te ayude? —Contesto Madison que le pasa su nueva ropa—Si, por favor, que me duele todo el cuerpo. —Respondió Demitri mientras le quita la ropa y lo cambia. Tiran la ropa de purgador dentro de una chimenea para que se queme.Una vez cambiado se quedan en el poblado hasta que se les curen las heridas. Una vez que Demitri se ha recuperado, Demitri y Madison montan en el caballo en el que vinieron y se despiden de los amables pobladores. Ellos se la pasan andando de poblado en poblado recorriendo el país a caballo trabajando para comer y subsistir hasta que llegan al reino de los hombres lobos, el reino de las tinieblas, Lycania.Una vez que llegan, los hombres lobos armados vigilan la puerta y no los dejan pasar.—Alto, muéstrense, son de nosotros o no. —Dijo uno de los vigilantes.—Soy una de ustedes, déjeme pasar soy la princesa albina. —Contesto Madison que se transforma.—Un pecado. —Susurro uno de los hombres lobos, ellos hicieron un gesto de reverencia y los dejan pasar.—Muchas gracias. —Contesto Madison.—Y el que lo acompaña es uno de ustedes... o.... espera es su esclavo. —Respondió uno de los vigilantes que ve la correa de perro.Ellos les abren la puerta y ven una ciudad llena de hombres lobos transformados sin necesidad de ocultar su forma humana con ropa humana, libertad absoluta.—Bienvenida, su majestad déjeme guiarla por la ciudad. —Dijo un hombre lobo con traje de guía que los guía por la ciudad.—Y yo creía que esto iba a ser un pandemonio, pero son organizados. —Se impresiono Demitri hasta que ve las carnicerías llenas de carne humana y añadió. —Retiro lo dicho.Mientras tanto ellos pasan casi medio día de recorrer toda la ciudad.—Disculpe, Señor... —Dijo Demitri.—Matthew, señor. —Contesto Matthew.—Me podría contar la historia de Lycania, por favor. —Respondió Demitri.—Claro, porque no, normalmente yo tomo la iniciativa, pero como veo su interés, se lo contare. —Contesto Matthew contento.A continuación, Matthew va a contar la historia.>>Hace mucho tiempo, cuando vivíamos en cuevas, nuestro rey Galon Talbain buscaba que nosotros fuéramos iguales a los humanos, se enfrentó contra los hombres que también tenían su visión sobre el mundo, esos hombres aceptaron la oscuridad volviéndose como nosotros, gracias a ellos teníamos los recursos para conquistar parís y derrotar a los humanos para ganarnos nuestra libertad, gracias a la caída del castillo del rey. Ahora somos una nación libre del yugo de los mortales, ha habido varias veces que los purgadores han tratado de tomar esta tierra bendita pero no lo harán ya somos iguales y mejores que los hombres. Que le pareció, señor Demitri.—Magistral, señor Matthew. —Dijo Demitri.—Una pregunta, señor Matthew, conoce algún hotel con el que podamos hospedarnos mientras tanto. —Dijo Madison y le muestra lo que tienen.—Dudo mucho que cualquier hotel acepte dinero humano ya que tenemos nuestra propia moneda, pero conozco uno que podría aceptar el pago de moneda humana ya que es de un amigo mío comerciante. —Contesto Matthew.—Oh, muchas gracias, Matthew. —Respondió Madison.—Vengan los guiare hasta allá. —Contesto Matthew que los guía hasta el hotel. El lugar es un hotel humilde de cinco pisos donde ellos entran, ven un lobby modesto y humilde, pero sin perder su elegancia.—Bienvenidos, al Hamlet donde los viajeros son bienvenidos de otras partes del mundo. Soy su humilde recepcionista Chloe Clinton. —Dijo Chloe.—Un placer, mi nombre es Madison Winterfall, la princesa albina y tengo a mi esclavo Demitri que venimos de visita y solo tenemos moneda humana, —Respondió Madison.—Perfecto, cuanto tienen para asignarle una habitación. —Contesto Chloe.—Tenemos cien libras. —Respondió Madison—Perfecto, tenemos cuartos de cinco Libras...—Contesto Chloe.—Tomaremos las de cinco libras ya que tenemos limitaciones con el dinero ya que vamos a recorrer un largo viaje. —Respondió Madison.—Oh, está bien, si usted lo dice, déjeme guiarla hacia su cuarto. —Contesto Chloe que los guía. La habitación se localiza en el primer piso. Ellos se percatan que la habitación es pequeña pero espaciosa para dos personas con ventilación.—Que pequeño, pero nos sirve, ya que he dormido en lugares peores. Claro esta no digo que esta habitación está mal. —Respondió Demitri.—Qué bueno que les guste, siéntase como en su casa. —Contesto Chloe que se retira mientras Demitri se acuesta en la cama.—Es cómoda para ser un cuarto de cinco libras. —Respondió Demitri.—Que tan rápido quieres hacerlo. —Contesto Madison.—¡Que! No, claro que no, no tan rápido. —Respondió Demitri.—Solo bromeaba, cariño, tenemos que conocernos mejor, yo mantengo mi lado salvaje a raya, pero no sé cuándo pueda retenerlo por mucho tiempo. —Contesto Madison que se pone encima de su entrepierna.—No te preocupes, te daré todo mi amor y cariño, pero cuando sea el momento. —Respondió Demitri que se siente nervioso y un poco excitado. Madison se quita encima de él.—Vamos a visitar a un viejo amigo para nos dé, un poco de sus recursos. —Contesto Madison.—¿Un amigo? —Respondió Demitri.—Si, un amigo. Se van a llevar bien me imagino que lo viste en la batalla de RiverLand. —Contesto Madison.—Cuando lo vea, me recordare. —Respondió Demitri que no se acuerda.Así que ellos salen del hotel para verse con el guía que los está esperando.—Ya terminaron de registrarse. —Dijo Matthew.—Si. —Contesto Demitri.—Perfecto, adonde quieren ir. —Pregunto Matthew.—Quiero ir al ejército de Lycania para visitar a alguien. —Contesto Madison.—Oh, está bien. —Respondió Matthew.Ellos se dirigen al departamento de las fuerzas de Lycania. Ellos entran al lugar.—Buenos días y bienvenidos al departamento de las fuerzas de Lycania, soy Rose Hart que les puedo servir. —Dijo Rose.—Soy Madison Winterfall, la princesa albina y vengo a visitar al general de la noche. —Contesto Madison.—Tiene cita. —Pregunto Rose.—Eh...no. —Contesto Madison.—Necesitan una cita para que el general de la noche los pueda ver. —Respondió Rose.—Bueno, es que necesito verlo. Podría hacer una excepción. —Contesto Madison.—Vere que puedo hacer ya que es un pecado y una personalidad importante en nuestra sociedad. —Respondió Rose que se va a buscar al general de la noche a su oficina. Ella toca la puerta.—Pase. —Dijo el general de la noche.—Señor, he venido porque Madison Winterfall, la princesa albina, desea verlo, ¿puedo permitirle el paso? —Respondió Rose.—Está bien, pueden pasar. —Contesto el general de la noche.Ella va a buscarlos.—El general de la noche les permite el paso, sígame por favor. —Dijo Rose mientras ellos lo siguen menos Matthew que se queda en la sala de espera. Rose los guía hasta su oficina e Informo que toca la puerta primero. —La princesa albina y su esclavo están aquí, Señor.—Pasen. —Contesto el general de la noche.Ellos entran.—Hola Andrew, ¿cómo estás? —Respondió Madison llamando por su nombre.—Andrew Hitchcock, el general de noche, uno de los más grandes enemigos de los purgadores de la oscuridad. Es un placer verlo estando con vida. —Contesto Demitri.—¿Quién eres tú? siento escalofríos cuando entraste, esclavo, debes de ser alguien muy interesante para ser esclavo de la princesa. —Respondió Andrew.—¿Hay personas alrededor, Madison? —Pregunto Demitri.—No, puedes hablar. —Contesto Madison que vigila los pasillos.—Yo soy Demitri Dreadful, el demonio encarnado. —Respondió Demitri con su mirada aterradora.—Así que el demonio encarnado fue esclavizado por la princesa albina. Como lo hizo, su majestad. Este hombre merece morir en pedazos, con una muerte lenta y cruel por todo lo que ha hecho por nuestra gente. —Contesto Andrew.—Con amor, Andrew, solo lo tengo con esta correa para que no lo maten. —Respondió Madison.—¡Amor! La felicito, su majestad, ya lo convirtió para que sea uno de nosotros. —Contesto Andrew.—No, lo voy a dejar así, lo amo como esta. —Respondió Madison.—Está segura de ello, el tiempo es un asesino silente. —Contesto Andrew.—Si lo sé, pero voy a respetar mi decisión. —Respondió Madison.—Está bien, su majestad si usted lo dice. —Contesto Andrew y añadió. —Me imagino que la señora Margaret sabe de esto.—Ehh, bueno, digamos que... no, ella no lo sabe. —Respondió Madison.—Disculpen, ¿quién es Margaret? —Pregunto Demitri.—Es la bruja que me convirtió en mujer lobo. —Contesto Madison.—Ohh, entiendo. Continúen. —Respondió Demitri.—Sabe princesa, la bruja la va a encontrar algún día y te quitara lo más valioso que tienes para volver a ser su esclava. —Contesto Andrew.—No se preocupe, que cuando llegue ese día, le enseñare lo que es el infierno mientras recolecto su lagrima. —Respondió Demitri.—¡Demitri, cariño! —Contesto Madison que lo abraza en la cabeza hasta asfixiarlo mientras le topa varias veces en la espalda para que lo suelte.—Pero que osado... eso me gusta, ahora que quieren de mí ya que han venido desde muy lejos. —Respondió Andrew.—Queremos recursos para nuestro viaje a Italia, dinero, ropa, comida. —Contesto Madison.—Y armas, si puede. —Respondió Demitri.—Vere que puedo hacer, vengan en la tarde y tengan este fajo de billetes para que la saques a salir Demitri y hazla feliz. —Contesto Andrew que le entra un fajo de billetes de su escritorio.—Está bien, Andrew la hare feliz. —Respondió Demitri.—Ahora lárguense, los espero en la tarde. — Contesto Andrew.—Está bien, Señor Andrew muchas gracias, volveremos en la tarde. —Respondió Madison.Ellos salen del lugar escoltado por la seguridad.—Tenga por acompañaros por todo el camino. —Dijo Madison que le entrega una papeleta de cien lychain (que es la moneda de lycania)—Muchas gracias, ahora que van a hacer. —Contesto Matthew.—Estaba pensando en ir a varios lugares como restaurantes, monumentos, puesto de vendedores ambulantes entre otras cosas. —Respondió Demitri.—Oh, perfecto, déjeme darles un mapa sobre los lugares turísticos de Lycania para que puedan divertirse. —Contesto Matthew que les da un mapa para que puedan guiarse y añadió. —Si tienen alguna duda estaré por los alrededores.—Muchas gracias, por el servicio Matthew estamos en deuda con usted. —Respondió Madison.—A la orden. —Dijo Matthew que se retira del lugar.—Vámonos Demitri a disfrutar del país. —Respondió Madison.—Lo mismo digo. —Contesto Demitri.Ellos van hacia los vendedores ambulantes para comprar cosas como accesorios, comida entre otras cosas. Después van a un restaurante italiano donde comen comida italiana y luego van a una obra de teatro en las calles donde ellos se divierten. Después que paso el tiempo llego la tarde y ellos fueron a buscar las cosas que Andrew les prometió por lo que ellos se equipan para luego volver al hotel y pasar la noche en el lugar.A la mañana siguiente, ellos se alistan para irse, ellos pagan la estadía en el hotel y se van de ahí para luego salir de Lycania.En el camino se asientan en varios poblados para pasar las noches hasta que llegan a una ciudad donde hay una costa en donde está su barco en dirección a la libertad. Ellos compran los boletos del barco y compran unas identidades falsas para pasar inadvertidos. Durante el viaje, ellos pasan tiempo de calidad juntos hasta llegar a Italia.El dinamitero de hordas y los heraldos de la extinción junto a sus sombras están buscando a Demitri por ahora están alojados en un hotel de los purgadores.—¿Dónde creen que esta Demitri? —Pregunto el caballero de la extinción.—No lo sé, Jean Claude podrían estar en todas partes. —Contesto el predicador de la extinción.—Nuestros informantes nos indican que está en Italia —Respondió el dinamitero de hordas.—Italia, Demitri es más fácil de leer que una mujer. —Contesto el caballero de la extinción.—En eso tienes razón, Jean Claude, a Demitri siempre le ha gustado la comida italiana. —Respondió el médico de la extinción.—Que haremos cuando lo encontremos. —Contesto el caballero de la extinción.—Sera castigado por traición y al pecado que la sigue, la vamos a usar como una rata del laboratorio para encontrar debilidades para acabar con los pecados de una vez y por todas. —Dijo el dinamitero.—Oh si, voy a poder meter mis manos en un pecado. Que bien. —Respondió el médico de la extinción.