El hombre de negro y la chica rápidamente entraron en pelea. Como forastero, Zhou Zishu observó bien su capacidad; los movimientos no eran exactamente iguales, pero la crueldad de ambos estaba definitivamente en el mismo nivel. No parecían provenir de sectas ortodoxas justas.
Después de unos catorce a quince movimientos, el hombre de repente se tambaleó hacia atrás para esquivar, pateando su punto Shanzhong*.
Ella se apartó e hizo un ruido suave, concentrándose en su próximo ataque que aparentemente era golpear las rodillas del enemigo. Pero no esperaba un ruido de algo oculto sobre la túnica del hombre, desde donde repentinamente salió un resorte, disparando una flecha hacia adelante y apuntando a la barbilla de la joven.
Su rendimiento no era malo, actualmente tenía la ventaja sobre la pelea, pero nunca podría haber predicho este movimiento vil; el pánico se acumuló, esquivar a tal punto era inútil. La roca en la mano de Zhou Zishu finalmente fue de utilidad cuando la lanzó directamente hacia la flecha entrante, desviando su curso. Terminó rozando la sien de la chica por poco.
Después de experimentar tal peligro, una persona normal se sentiría aterrorizada; pero aparentemente en ella tenía el efecto lo contrario, su vergüenza se convirtió en ira. Se lanzó hacia adelante e hizo un ataque de garras sin dudar, agarrando el hueso de la pierna del enemigo y girándolo.
El hombre gritó cuando le rompieron la pierna, pero su atacante no se detuvo allí. En su mano había una luz azul brillante y la golpeó implacablemente contra el pecho del hombre, tirándolo hacia atrás con las dos piernas dobladas y aplastadas.
Su rostro inmediatamente se volvió gris y morado mientras miraba a la chica con los ojos muy abiertos, señalándola: —Eres Pel... Pelig...
Murió antes de que pudiera terminar.
La anciana estaba asustada hasta la muerte de esta hermosa pero cruel joven.
En contraste, el niño de aspecto simple tuvo una reacción más rápida, se arrojó al pescador y le preguntó apresuradamente: —Li-shusu, ¿Cómo estás? Tú...
Todavía le quedaba un aliento. Con todas sus fuerzas, atrapó las mangas del niño; este último trató de abrazarlo y ayudarlo a ponerse de pie. La chica de púrpura se acercó y levantó los párpados del anciano, frunciendo el ceño explicó: —Es el veneno de Tres Geng* Hasta la Muerte, ahora es imposible salvarlo. Mis condolencias.
El chico apartó las manos, frunciendo el ceño. Él le gritó: —¡Deja de decir tonterías!
La cejas de la chica se alzaron, con su intención asesina resurgiendo junto a su expresión sonriente, pero la reprimió después de recordar algo y cruzó los brazos frente a su pecho con una sonrisa burlona: —Tú, pequeño cachorrito, ni siquiera puedes ver diferenciar lo bueno de lo malo.
El pescador la miró por un breve instante. Le echó un vistazo a todos y finalmente se detuvo en Zhou Zishu, que estaba de pie bajo la estatua con dos pajitas saliendo de su cabeza, como haciendo burla de sí mismo. El viejo se volvió hacia él, a punto de decir algo.
La mirada de todos siguió la suya. La chica se rió: —¡Ah! Me preguntaba quién era mi salvador benevolente, ¡No puedo creer que seas tú! Te compré vino y me ayudaste a luchar; ¡Así que estamos a mano!
Ella habló como si esas dos cosas pudieran compararse, pero Zhou Zishu no se rebajaría tanto para discutir con una chica bonita.
Él sonrió caminando hacia el anciano, luego se puso en cuclillas: —¿Me llamaste, viejo amigo?
El pescador dijo: —Yo... te devolveré tu plata, tu viaje en bote fue gratis, debes ayudar... ayudarme...
Zhou Zishu no esperó a que continuara, sacudió la cabeza y se levantó a regañadientes, pero el agarre del anciano en su muñeca era inquebrantable: —Ayúdame... lleva a este niño a Tai Hu, a la Secta de la familia Zhao...
No estaba cerca de ser una bella dama, así que Zhou Zishu suspiró: —Escucha, viejo...
Fue interrumpido: —Un pequeño... favor, debería... debería devolverse con gran gratitud...
Zhou Zishu levantó la cabeza, mirando hoscamente este santuario en ruinas en medio de la nada. Pensó en la posibilidad de volver a cambiar su rostro, ya que éste todavía no parecía lo suficientemente enfermizo. ¿De qué otra manera la gente pesaría que es tan benevolente como para aceptar realizar estos favores?
El pescador parecía estar en su momento final, su agarre se hacía cada vez más fuerte pero su aliento cada vez más débil, desvaneciéndose en su garganta. Él vaciló:
—¡Considera esta una forma de acumular tus propios méritos, por favor! Para tus descendientes... incluso si mueres y no tienes descendencia... aún así tendrás... una próxima vida...
Esas palabras lo golpearon como un rayo y los clavos en su pecho volvieron a actuar, como si quisieran hundirse aún más en la carne. Todavía hay una próxima vida. Mis pecados de esta vida se pagarán en su totalidad con mi muerte en tres años, pero... pero aún me queda una próxima vida que esperar, ¿Verdad?
Después de un largo rato, Zhou Zishu suspiró, giró la plata varias veces en su palma y la guardó en el bolsillo de su pecho.
Los ojos brumosos del pescador se iluminaron, con sus labios temblando. Luego, la luz en sus ojos se atenuó lentamente, finalmente aflojó su agarre sobre Zhou Zishu y colgó sin fuerzas. Sin embargo, todavía parecía parlotear sobre algo.
Zhou Zishu acercó sus oídos a la boca del anciano, escuchándolo murmurar entrecortadamente: —Debes... hacerlo... si no... yo... perseguir... perseguiré a dieciocho generaciones... de tus... antepasados...
Zhou Zishu se recostó, realmente sin palabras cuando el pescador tomó su último aliento con la cabeza inclinada hacia un lado. Sollozos desgarradores desgarraron el pecho del niño.
La anciana vestida de sirvienta también se quedó en blanco mientras permanecía de pie junto a él, llorando de pánico. Zhou Zishu y la chica de púrpura estaban a un lado.
Los grandes ojos de la joven vagaron alrededor y su voz sonó tranquila cuando dijo:
—Mi Maestro dijo que eres más de lo que pareces ser, pero realmente no lo vi antes. ¿De qué secta eres? ¿Cuál es tu nombre?
Zhou Zishu respondió gentilmente: —Este incompetente es Zhou... Zhou Xu, sólo un vagabundo solitario que viaja a todas partes. En realidad, no he tenido el honor de saber tu nombre, joven señorita.
Ella lo miró de arriba abajo, sacudiendo la cabeza. —Si no parecieras un fantasma enfermo y caminaras y hablaras así, sonarías más como lo describió mi Maestro. Soy Gu Xiang.
Nunca antes había oído hablar de un Zhou Xu; además, sólo se habían conocido por casualidad, no había razones para ser completamente sinceros el uno con el otro.
Pero a ella no le importó mucho, le dio una palmadita en la espalda al chico: —Ya falleció, deberías prepararle un entierro adecuado. ¿Hay más personas persiguiéndote?
Todavía molesto por su brusquedad anterior, él la fulminó con la mirada. El dolor y la ira que rebosaban dentro de él no tenían forma de aliviarse, por lo que lo dirigió todo hacia ella como si fuera la culpable.
Gu Xiang levantó una ceja. Esta chica tenía las habilidades pero aún no tenía la edad, y además exudaba la sensación de ser una artista marcial poco ortodoxa. Teniendo suficiente de que el chico se desquitara con ella, levantó la mano con la intención de atacar, pero Zhou Zishu la atrapó desprevenida, interceptando el ataque.
Gu Xiang sintió una mano helada envolverse suavemente alrededor de su muñeca.
El agarre era completamente indoloro y esta persona ni siquiera parecía haber usado ninguna fuerza; pero no pudo moverse ni alejarse.
No pudo evitar darle a este hombre de aspecto enfermo una mirada asombrada. Pensó: —Mi Maestro mostró mucho respeto hacia este hombre, pero es aún más misterioso de lo que pensaba. No estoy segura de tener éxito si lo ataco.
Cambiando de opinión, ya que era una persona inteligente que conocía sus propios límites, retrajo sus manos y le sonrió a Zhou Zishu: —Sólo por respeto a ti.
Luego se volvió hacia el joven y comenzó a regañarlo: —Mira, mocoso, esta hermana sólo está pasando por aquí y te ayuda por lástima por tu situación; así que ni la mires como si hubiera asesinado a toda tu familia o algo así. Intenta vengarlo si tanto quieres alivio. ¡Qué amable de tu parte sólo saber llorar por un cadáver e intimidar a esta buena y paciente hermana!
Esta chica podía ser inteligente, pero ciertamente no era amable.
Zhou Zishu, por falta de mejores opciones, estuvo a punto de consolarlo; pero para su sorpresa, después de estar estupefacto por las palabras de la muchacha, el chico se limpió las lágrimas con todas sus fuerzas y se arrodilló.
Golpeó audiblemente su cabeza contra el suelo dos veces, luego dijo con voz pequeña: —Tienes razón al educarme, señorita, te he ofendido.
Parecía un poco más sensible, con los dientes apiñados y demasiado apretados, estirando los músculos de la cara. Por el contrario, Gu Xiang estaba estupefacta y retorcedió medio paso. Parpadeó con sus grandes ojos almendrados, le dijo: —Yo... no dije eso para que te arrodillaras ante mí. Ponte de pie, sólo ponte de pie, rápido.
Zhou Zishu se inclinó un poco para ayudarlo a pararse sin que el chico se diera cuenta. Sugirió: —Primero deberíamos preparar un entierro para... para el viejo Li. Él confió en mí para encargarme de las cosas, así que te acompañaré en tu viaje. Pero si ustedes dos no tienen prisa, pueden descansar un momento y contarme lo que sucedió.
El niño murmuró su asentimiento, por lo que Zhou Zishu lo ayudó a encontrar un lugar detrás del santuario para enterrar al anciano. Gu Xiang, después de observar y finalmente sentir su corazón agitarse, trajo un trozo de madera y sacó una daga de alrededor de su cintura para tallarla en una simple lápida.
—¿Cual era su nombre? -ella preguntó-.
El chico lo pensó un momento antes de sacudir la cabeza: —Él sólo nos dijo que su apellido era Li y que le debía algo a mi padre, así que arriesgó su vida para ayudarnos a escapar. Simplemente lo llamaba Li-shushu... Realmente no sé cuál era su verdadero nombre.
Zhou Zishu exhaló; Las personas en el jianghu pagan deudas y venganzas como les place; ¿Hay alguna necesidad de dejar un nombre?
Gu Xiang escuchó con la cabeza baja, grabando "Para Li-shushu, el noble" en la lápida de madera. Después de mirarla, se la dio a Zhou Zishu, satisfecha: —¿Qué piensas?
Zhou Zishu vio que a la palabra "Shushu" le faltaba un trazo en el momento en que la miró, sintiéndose divertido y triste. Agregó el trazo perdido con el dedo antes de ponerla frente a la simple tumba.
El niño se arrodilló, reverenciando tres veces mientras trataba de calmar las lágrimas. Luego se puso de pie con la espalda recta.
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(Shanzhong) El punto de acupuntura en el centro del pecho.
(Tres Geng) Es una medida de tiempo, cada geng equivale a dos horas.