*Punto de vista de Beth*
El vampiro baleado yacía en el suelo, extendido, y la sangre manaba de la herida. Miré hacia atrás y vi a otro hombre que vestía una chaqueta de cuero. Estaba sosteniendo un arma. Este hombre fue quien le disparó al vampiro que estaba a punto de morderme.
El hombre me apuntó con el arma y me quedé helado de miedo. Antes de que pudiera decir o hacer algo, apareció Zed y examinó la situación con los ojos rápidos y calculados de un oficial de policía.
“¡Beth! Ten cuidado”, me advirtió Zed y señaló al hombre que sostenía el arma. "¡Ese hombre es un asesino en serie!" Zed giró todo su cuerpo para mirar al hombre. “¡Esta es la policía! ¡Ríndete!”
El hombre que había disparado al otro vampiro se bajó el sombrero de paja y estudió a Zed. El tirador tenía una sonrisa siniestra en su rostro y una mirada amenazadora en sus ojos.
"Nunca me rendiré ante un maldito vampiro", dijo, levantando su arma y disparando a Zed.
