*Della*
Esa noche, Mary y Coco prepararon la mesa del comedor esperando la llegada de Donald y su padre. Mi padre había anunciado que nos iban a visitar.
Después de poner la mesa del comedor, escuchamos el timbre de la puerta. "Lo conseguiré", pronunció Mary, corriendo hacia la puerta. Miré furtivamente a Coco y pude ver que estaba nerviosa. Le temblaban las manos y su cara se estaba poniendo muy roja.
Sonreí ampliamente y me acerqué a ella, sosteniendo su mano. "Relájate", le susurré al oído y ella asintió, todavía respirando con dificultad.
“No sé por qué estoy tan nerviosa, señorita Della. No es la primera vez que lo veo”, susurró su respuesta y yo me reí suavemente.
“Es lo que sientes por él, Coco. Asi es como funciona. ¿No te has enamorado antes?
Ella sacudió la cabeza y la bajó tímidamente. "Es mi primera vez, señorita Della", respondió, y yo levanté las cejas con sorpresa. Parecía demasiado bonita para no haber salido con nadie hasta Donald.