*Della*
Sentada frente a mi computadora portátil, continué escribiendo mi libro. Mi libro era una historia sobre mi relación con Cary y, mientras lo escribía, me dio mucha alegría. No podía esperar a llegar al final feliz que siempre había imaginado.
Todavía estaba escribiendo cuando escuché la voz de Coco en mi puerta. "Señorita Della, tiene una visita".
Me puse de pie inmediatamente después de escucharla. Cary era el único nombre que tenía en la cabeza y era el único visitante que quería ver.
Abrí la puerta con una gran sonrisa y antes de que pudiera hablar, vi a Donald parado junto a ella con una flor en la mano. Coco nos dejó a los dos después de que abrí la puerta.
La felicidad en mí se desvaneció instantáneamente y tragué saliva con fuerza.
"Donald", dije, tratando de fingir una sonrisa.
“Hola, Della. ¿Cómo estás hoy? Te compré esto”, respondió, estirándome el ramo de flores.
