*Punto de vista de Lila*
Cuando desperté, no estábamos en el bosque; Estábamos en la habitación de Rafe, bajo las sábanas y desnudos. Los recuerdos de lo que hicimos estaban frescos en mi mente. No me arrepiento, sólo me arrepiento de todo lo demás.
Lamenté no haberle dicho a Rafe la verdad y haber guardado el secreto de Leo a pesar de lo peligroso que era. Y aunque tenía su palabra y él había jurado por la Diosa de la Luna, todavía no me sentaba bien.
Amaba a Rafe, no había forma de evitarlo, al igual que no podía ignorar los problemas evidentemente obvios que tenía delante.
A pesar de lo mucho que me dolía, me levanté con cuidado de la cama y me vestí. Se sintió mal irse así. Aunque no pude quedarme. No había dicho que sí.
No pude decir que sí. Así no.
Mis ojos se posaron en el escritorio al otro lado de la habitación.
…Había una idea.
A pesar de obtener mi título en periodismo y literatura, no tenía las palabras para esto, pero tal vez solo por esta vez, no las necesitaba.