*** Punto de vista de Ariana ***
Mi teléfono sonó mientras me recogía el pelo. Miré y vi que era Carol. Me alegré de que me devolviera la llamada. La llamé hace dos horas y quería hablar con ella.
"¡Hola!" Grité mientras contestaba el teléfono. "¡Feliz, feliz cumpleaños, hermana!"
Dejó escapar un pequeño chillido cuando lo dije y procedió a agradecerme una docena de veces seguidas.
"No puedo creer que sea esta noche", dijo. "¡Voy a cumplir 18, maldita niña! Soy tan mayor, ¿no? ¡Caramba!"
Ella era tan linda y divertida. "¡Oye, tengo 18 años!" Le respondí en un tono que suena falso. "¿Me estás llamando viejo?" Dejé escapar una carcajada.
"¡Oh, niña, no!" Ella respondió. "¡Tienes 18 años! ¡Ya siento dolores en las articulaciones! ¡¿Cómo qué?!"
"¿No fuiste de excursión con Amber ayer?" Le pregunté riendo.
"Bueno, sí, supongo", admitió. "Oh, ¿estás de camino? ¡Mi mamá hizo TODO LO FUERA! Tanta comida y esas cosas".