*** Punto de vista de Ariana ***
Sus labios estaban calientes y regordetes. Sentí su vigor contra mis propios labios. Lo probé cuando colocó su lengua contra la mía. Fue como saborear el fuego en mi boca, pero un fuego cálido y apasionado me llenó. Sentí el primer shock y luego una sensación de derretimiento mientras mi cuerpo buscaba seguir el ritmo del suyo.
Pero de repente me di cuenta de lo que había pasado. Jadeé y aparté mi rostro del suyo. Sentí mis labios separarse de los suyos, y que secretamente deseaba volver a ser uno con él y besarlo intensamente. Cuando lo besé, sentí el calor del fuego derritiendo la dura frialdad de las últimas semanas.
Sentí como si mi alma se hubiera convertido en un gran trozo de hielo y que, como resultado, mi cuerpo se negaba a funcionar. Ahora, sólo sentí el calor de su abrazo y el hielo disolviéndose dentro de mí. Mi energía parecía estar recuperándose lentamente en mi cuerpo.
