"Verónica…"
Estaba desviándome, lo sabía. No quería lidiar con nada de lo que estaba pasando en este momento. Ethridge y sus amenazas, el posible fin del mundo, lo cerca que había estado de la muerte, o...
O los trozos de chatarra de colores que se arremolinaban en mi subconsciente en forma de sueños jodidos sobre lo que pudo haber sucedido o no ese fatídico día en que murieron mis padres.
Todo fue demasiado, y ¿alguien realmente podría culparme por querer cambiar toda esta angustia por un momento de sentirme bien? ¿Por sentirse retenido? ¿Por seguridad, y tal vez incluso por una copia del amor?
Sólo quería que mi vida volviera a ser como solía ser antes de que todo se complicara. Antes de que la vida se pusiera complicada. Antes tenía que preocuparme por descubrir todas las partes difíciles.
Cuando me despertaba en una cama cálida oliendo a ese detergente que dejaron de fabricar el año pasado, ese que olía a crisantemos en una mañana de primavera.