*VICKY*
La noche siguiente, me paré frente al espejo de mi habitación y me miré. Mi piel pálida contrastaba maravillosamente con el vestido de noche azul marino que León había comprado el día anterior. Lo completé con unos aretes largos negros y un bolso de mano negro que había comprado en Newtons City como accesorio "por si acaso".
Me veía impresionante; para el ojo humano, aún más. Pero no podía dejar de pensar en la caja de Markus que estaba en mi salón. Después de abrirlo, no me atreví a moverlo. En lugar de afrontar mis problemas de frente, decidí dejarlo y dedicarme a mis tareas diarias. Excepto que cada vez que regresaba a casa, estaba allí, como un recordatorio constante de mi pasado fusionándose con mi futuro.