*VICKY*
No se puede razonar con el amor. No estaba sujeto a la voluntad individual, a fuerzas externas ni a Dios. Nada importaba cuando se trataba de amor.
Lo que necesitabas era disfrutar el momento.
Disfruté estar en la misma habitación que León. Su aroma era más como incienso hipnótico para mí en este momento, y su beso era embriagador. Me incliné hacia él y un pequeño gemido se escapó de mis labios. Nada en mi vida me había parecido más correcto que esto, y estaba segura de que él también lo sentía.
Lo rodeé con mis brazos y jugueteé con el pelo de su nuca. Todo parecía natural; la forma en que se acercó, cómo su mano encontró el costado de mi cara y se ajustó tan perfectamente, la forma en que sus labios chocaron con los míos. El tiempo parecía haberse detenido. Mi corazón ya no estaba tan inquieto como antes. Yo era completamente suyo.