*León*
Dormí profundamente, probablemente porque hacía mucho tiempo que no me sentía tan segura, y con Vicky a mi lado pude soltar todas mis preocupaciones y quedarme dormida. Dormí hasta el mediodía del día siguiente hasta que el sol brilló directamente sobre mi cara.
Abrí los ojos con dificultad y miré el desorden en la habitación, todavía no satisfecha con la pasión de ayer. No pude evitar querer más de Vicky.
"¿Vicky?"
¿Se había levantado para preparar el desayuno? ¿Pero por qué no podía oírla?
"Vicky, ¿dónde estás?"
Me levanté y escaneé el apartamento, pero no encontré nada más que las cosas que destrozamos ayer. Noté que la mitad de la ropa de Vicky había sido sacada del armario. ¿Se había ido o algo así?
De ninguna manera. Si se hubiera ido, me lo habría dicho. Inconscientemente cogí mi teléfono para ver si había algún mensaje suyo, pero después de revisar un montón de mensajes y correos electrónicos no leídos, no vi ningún mensaje suyo.
