*LEÓN*
La última vez que vi a Vicky, mi alma la siguió. Ahora, sentado en esta oficina, me sentía como un caparazón sin alma, aunque mi situación ya era precaria.
El trato de Conrad fue sólo una estafa. Ni siquiera le importaba la boda de Osip. Desde el principio, su objetivo era Vicky, y ahora no la dejaría ir sin importar lo que yo hiciera.
Hace mucho tiempo, Conrad adquirió un gran botín apoyando a la Santa Orden Aliada. Los Vástagos capturados se convirtieron en sus sujetos de prueba y se obsesionó con la inmortalidad.
Pero la pureza de la sangre de los Vástagos de nivel inferior era demasiado pobre para satisfacer sus necesidades, por lo que apuntó a Vicky. Le puse las cosas demasiado fáciles. Dejarla no haría que mi padre abandonara su plan, ni podría retrasarlo. Eso significó que tuve que cambiar mis propios planes.