*VICKY*
Escuché los sonidos de los gritos de León mientras me entregaba al vacío. Fueron absolutamente desgarradores. Quería abrir los ojos… quería quedarme con él. Como Vicky, como Victoria, ya no importaba. Sólo quería estar con León. Mi vínculo de sangre. Mi compañero.
Un suave silencio cayó sobre mi conciencia. Estaba tranquilo. Pacífico. No había experimentado este tipo de serenidad desde que era niña en la granja de mis padres. Lo anhelaba, pero no podía arriesgarme a ir más lejos. Necesitaba despertar. Tuve que despertar.
Escuché un leve sonido ahogado y juré que podía oler el perfume de sangre de León. Era rico y fuerte, como cuando nos conocimos, pero ahora se combinaba con mi propio aroma. Éramos uno, y mientras intentaba recuperar la conciencia, pude ver la luz de la brillante luna llena cambiando gradualmente de plateada a roja detrás de mis ojos.