*Liana*
"Liana, ¡debería darte vergüenza! Eres una puta!" Gritó Irene mientras irrumpía en mi habitación y acechaba hacia mí. Me levanté de mi asiento y me enfrenté a ella.
¿Por qué Irene había venido de repente a mi habitación para meterse conmigo y molestarme? ¿No se fue con Edmond satisfecha esta mañana?
"¡Sal de mi habitación antes de que te eche, Irene!"
"¡Sedujiste a mi padre y ahora quieres a Edmond también! ¡Estúpida puta codiciosa!"
Fue entonces cuando me di cuenta de que Irene se sentía amenazada y celosa. Qué broma.
"Adivina qué", le dije, empujándola hacia la puerta, "le gusto a tu padre y a Edmond. No puedo evitarlo. Si quieres un hombre para ti sola, ¿por qué no usas tu encanto y energía para ir a buscarte uno en vez de venir aquí a molestarme?". Ciertamente no me gustaría parecer débil.
Irene respiraba deprisa y su cara, exquisitamente maquillada, tenía un aspecto terrible. Ja, ja, estaba enfadada, pero no sabía cómo replicar.