El punto de vista de Raquel
Estábamos en el pasillo mientras Regulus se desangraba. Esto era demasiado. No otra vez. No otra...
"Socorro". Mi voz sonaba pequeña como la de un niño mientras buscaba a los dos guardias que me habían encerrado. No estaban por ninguna parte. "Necesito ayuda. ¡Que venga alguien! ¡Que alguien me ayude! Ayudadme, por favor".
No venía nadie.
Nadie se iba a poner en camino para arreglar esto.
Estaba sola aquí sin nadie que me ayudara...
La mano de Regulus chocó con la mía, pegajosa y húmeda, y aspiré, respirando deprisa, más deprisa de lo que debería, con los ojos desorbitados mientras buscaba los suyos. Veía que se estaba muriendo y no sabía... no sabía...
"Puedo arreglarlo". Me arranqué el fajín y rompí la tela en pequeñas cintas, pequeñas vendas improvisadas que podía atar alrededor de sus muñecas. Podía arreglarlo. Detener la hemorragia y... No me fiaba de él. No me importaba si su plan funcionaba. Había sido una locura e imprudente y...
