*Gabe*
Val se apoyó pesadamente en el marco de la puerta y respiró con dificultad. Llevaba la camisa abierta y los zapatos desatados, lo que dejaba claro que le habían sacado de la cama.
"Tenemos que llegar a la frontera", dijo frenéticamente. "Han cogido al granuja".
Miré a Estelle, pero ya me estaba haciendo señas para que me fuera.
"Ve por el bastardo", dijo.
Val asintió con entusiasmo. "Le retienen en el puesto de control", explicó.
"Estoy justo detrás de ti", dije.
Cogí mi camisa del suelo y me calcé los zapatos antes de seguir a Val escaleras abajo. Se apresuró a salir por la puerta en cuanto supo que le seguía. En cuanto salimos, los dos echamos a correr. Val iba delante de mí, como siempre. Ni siquiera iba a toda velocidad.