Punto de vista de Ayda
"¡Esto no es tema de discusión, Ayda!"
"Para ser franco, mi amor, ¡como el Tártaro, no lo es!"
No puedo creer lo que estaba viendo y, sin embargo, aquí tenía la prueba ante mis propios ojos.
¡Los hombres eran, en verdad, tontos!
“¿Quizás deberíamos escuchar a las damas, Sebastián?” Andreas, bendito sea, intentaba tomar el camino menos transitado: el compromiso. Al igual que Sebastián, se había puesto su uniforme de faena, con el emblema de Obsidian Moon estampado en rojo sangre en la parte posterior de su túnica militar cruzada.
"Ella tiene a mi hijo", Sebastián se arrodilló para terminar con sus cordones, sus botas pulidas a la perfección. Llevaba la corona del Alto Alfa, que se había negado a usar desde su coronación no oficial en vísperas del asesinato de su padre. Supongo que cuando las amenazas de guerra estaban sobre la mesa; uno quería lucir lo mejor posible. "Quién sabe con qué magia asquerosa ya lo ha contaminado".
