**Isa
Mi corazón latía con fuerza mientras subía a mi piso en el ascensor. Parecía que cualquiera de estos extraños podría haberme llamado la atención por ser una masa nerviosa y palpitante.
Desde que Callan y yo nos besamos (casi sobrios) durante el fin de semana de Acción de Gracias, lo único que pude hacer fue no enviarle un mensaje de texto para encontrarnos. De hecho, no le envié ningún mensaje de texto excepto para decirle Feliz Día de Acción de Gracias, a lo que él respondió lo mismo pero con una cara sonriente.
Pensé que nuestro mínimo contacto durante el fin de semana me habría ayudado a olvidarme de él, pero ciertamente ese no fue el caso.
Mi madre me criticó varias veces por estar aislada cuando la visité la noche de Acción de Gracias. Le dije que estaba cansada, pero luego mencionó la sonrisa engreída en mi rostro y el sonrojo en mis mejillas. Por supuesto, negué todas sus conjeturas sobre lo que estaba pasando.