Desde la Perspectiva de Aria
—No es apropiado que me contactes directamente —afirmé con calma por teléfono, tratando de mantener un tono neutral y profesional—. En nuestra línea de trabajo, usamos intermediarios por una razón.
—Lo sé, lo sé —respondió la voz de Chris, su tono encantador y juguetón como siempre—. Solo pensé que tú y yo éramos casi amigos en este punto, así que una llamada personal no debería ser un gran problema.
—Aún así —contesté, intentando ser firme—, no es algo a lo que esté acostumbrada. Pero, si estamos hablando ahora, ¿qué es lo que quieres?
—Bueno, mi herida ya está completamente sanada, pero sigo sintiendo un dolor sordo que es bastante molesto —explicó—. Podría acudir a una clínica, pero... debo admitir que me he encariñado con tu trabajo.
Quería discutir la oferta que me había hecho en persona, atrayéndome bajo el pretexto de necesitar atención médica. Sabía que era un truco... pero, ¿por qué me sentía tan tentada de decir que sí?
