*Harper*
—T-tú... ¿qué? —Pregunté en un susurro de sorpresa. Sentí los ojos muy abiertos como platos. No podía dejar de mirarlo.
—Harper, te amo —repitió Oliver.
Parpadeé varias veces. Tragué cuando mis manos comenzaron a temblar. No sabía qué decirle. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho y mi cerebro sentía como si estuviera dejando salir vapor por mis oídos.
Seguí mirándolo.
—¿Estás bien? —preguntó, agitando una mano de un lado a otro frente a mi cara.
—Yo... bueno... yo... —Me encogí de hombros y no supe qué decir.
—Harper —Oliver susurró mi nombre despacio.
—Esto es un poco repentino —dije.
—Lo sé. No quería soltarte esto, pero no podía dejar que te escaparas sin que supieras la verdad —dijo. Se acercó, todavía sosteniendo mi cara, como si fuera a besarme.
—Oliver... yo también lo siento. No merecías que te engañara o desapareciera sin decir una palabra —dije, incapaz de alzar la voz por encima de un susurro. No podía apartar mis ojos de los suyos.