alison
Al colgar el teléfono con James, no pude evitar que la ira me atravesara. Que él pensara honestamente que podía hablarme como quisiera era más que una locura. Yo fui, una vez, la única mujer que amaba, y desde el momento en que esa pequeña puta Becca entró en nuestras vidas, había perdido completamente el control sobre él.
Paseando por mi sala de estar, observé la decoración descolorida y el desafortunado final del lujoso estilo de vida que alguna vez había vivido. Había perdido mucho en los últimos años y todo porque James no entendía las necesidades que tenía.
Había estado fuera todo el tiempo viajando al extranjero, y con las muchas fotos que veía constantemente de él con otras mujeres, me resultaba difícil creer que no me estuviera engañando. Entonces, en un momento de debilidad, me acosté con otra persona. No fue nada grave. Fue algo único y, sin embargo, James nunca me perdonó por lo que había hecho.