Lacey subió corriendo las escaleras, incapaz de creer que Julien la hubiera traicionado de esa manera. Aquí ella le había pedido específicamente que no le dijera nada a Wyatt, pero él fue a sus espaldas y lo hizo de todos modos. Cuando llegó a su suite, entró y azotó la puerta detrás de ella, pero Julien la atrapó cuando él entró detrás de ella.
Lacey puso los ojos en blanco y cruzó los brazos sobre el pecho.
—Lacey, yo...
—¿Cómo pudiste? —ella exigió, agitando sus brazos—. Te pedí específicamente que no le dijeras nada... ¡que podía manejarlo! ¡Pero fuiste a mis espaldas y lo hiciste de todos modos! ¿Por qué?
—Porque te amo —respondió Julien con calma.
—¡Julien, no puedo creerte! —Cruzó la habitación hasta el gran ventanal—. Yo puedo apañármelas sola.
Julien puso sus manos sobre los hombros de Lacey pero ella se encogió de hombros. —Lacey, solo quiero protegerte... mantenerte a salvo.