El corazón de Lacey cayó cuando entró y vio a Wyatt parado solo en el gran vestíbulo de La Manada de la Sombra.
—Hola, Wyatt —dijo, y luego se volvió hacia Julien—. Estoy segura de que recuerdas a mi pareja, Julien. Julien, este es Wyatt.
Una arruga se formó entre los ojos de Julien, pero asintió y dio un paso adelante, extendiendo su mano, siendo un caballero. —Es un placer conocerte.
Wyatt asintió una vez, sin apartar los ojos de Lacey. —El placer es todo mío.
En ese momento, Calla se acercó y miró entre ellos, obviamente sintiendo la tensión en el aire. Luego miró a Lacey y sonrió cálidamente, extendiendo su mano. —Lacey. Es bueno verte de nuevo.
Lacey asintió una vez. —Antes de que nos vayamos, me gustaría hablarles a ambos sobre por qué dejaron la Manada de Plata. Pero ahora mismo, planeo pasar el tiempo con la familia. —Luego les dedicó a ambos una cálida sonrisa—. Es bueno verlos a ambos aquí. —Luego tomó el brazo de Julien—. ¿Listo?